Ganadora de un Oscar, Marion Cotillard va por la Palma de Oro

Ganadora de un Oscar, Marion Cotillard va por la Palma de Oro

Ganadora de un Oscar, Marion Cotillard va por la Palma de Oro

CANNES, Francia.- El Festival de Cannes vibró el jueves con el filme del francés Jacques Audiard, «De Rouille et d’os» (Óxido y hueso), que podría valerle a su actriz, Marion Cotillard, ganadora de un Óscar en 2008, su primera Palma de Oro.

La película recibió «una de las más cálidas ovaciones de los últimos años», dijo a la AFP el responsable de la selección del 65ª Festival de Cannes, Thierry Frémaux, tras la gala de estreno del filme el jueves en la noche en el Palacio de Festivales.

Tres años después del triunfo de «El Profeta», coronada con el Gran Premio del Jurado, Audiard regresó a Cannes con un filme teñido de realismo sobre el encuentro de dos personajes solitarios y heridos, y su reconciliación con la vida, y también con el amor.

 El filme -una pequeña joya de emoción- evoca el cruce de dos destinos: el de Stéphanie (Cotillard), una entrenadora de orcas, que perdió ambas piernas en un accidente, y el de Ali (encarnado por el magnífico actor belga Matthias Schoenaerts), que participa en combates clandestinos para ganar algo de dinero.

La cinta -una de las más esperadas de este Festival, que se abrió el miércoles, hasta el 27 de mayo- es una adaptación bastante libre de un libro de relatos del escritor canadiense Craig Davidson.

 «Nos basamos en esos relatos, pero queríamos también una historia de amor, así que inventamos el personaje de Stéphanie», dijo Audiard, uno de los cuatro franceses que aspiran a la codiciada Palma de Oro, para la que están en liza 22 largometrajes.

 «Son personajes en crisis, que confrontan una sociedad al borde de la barbarie, cuando se ve a gente buscando en basureros para comer», dijo el realizador, quien en sus otras películas -«El Profeta», candidata al Óscar en 2010, y «Lee mis labios»-, da vida también a antihéroes, que deben aprenden a sobrevivir en un mundo difícil y cruel.

 «Queríamos poner un poco de amor en esta historia», subrayó el cineasta, que filmó su película en la Costa Azul francesa, donde hay un inmenso parque marítimo con orcas y ballenas, «Marineland».

 «Hemos sido fieles a la forma y no a la letra, de esos relatos», explicó el guionista de «Óxido y hueso», Thomas Bidegain, en una rueda de prensa en Cannes. Son relatos «sobre dos destinos rotos, dos personajes en situaciones difíciles. Y queríamos contar esa historia: la de dos destinos sencillos que adquieren otra magnitud por accidentes».

 «El personaje de Ali así como el de Stéphanie buscan durante todo el filme, con toda su fuerza física, superar esas condiciones: ella su condición de amputada, y él su condición de proletario», explicó.

 La película, de impecable factura, reposa totalmente en el trabajo de los dos actores. Interrogado acerca de por qué había escogido a Cotillard y a Matthias Schoenaerts, Audiard contó que siempre supo que un día iba a trabajar con la actriz francesa, después de que la vio en «Piaf».

 «Sabía que nuestros destinos se iban a cruzar», contó. «Quedé muy impactado por ‘Piaf’. Ella es una actriz viril y sensual, capaz de ir hasta el fondo de una emoción. No conozco muchas actrices como ella», dijo Audiard, que descubrió al actor belga cuando vio la película «Bullhead».

 Explicó que su película, que precisó efectos especiales, para mostrar a Cotillard sin piernas, y luego con piernas de prótesis, no habría podido ser hecha hace diez años.

 «Yo soy nulo para la técnica, pero ahora, el progreso te permite un realismo grande. En diez minutos, se hacían los efectos especiales», exclamó Audiard. Para Matthias Schoenaerts, el tema central de la película es «la reconciliación, entre hombre y mujer, padre e hijo, hermano y hermana, hombre y animal».

 Aunque «no quiero ser muy romántico, ni filosófico, para mí eso es algo muy importante en esta época», confesó.

 La segunda jornada del Festival de Cannes estuvo protagonizada también por la rebelión popular en la Place Tahrir, en El Cairo, con «Después de la batalla», del realizador egipcio Yusry Nasralá, que es la única película abiertamente política en el concurso por la Palma de Oro.

 Las imágenes de los noticieros de televisión durante los intensos días que llevaron a la caída del régimen de Hosni Mubarak, en febrero de 2011, se integran de manera natural a la ficción que cuenta Nasralá, una posible historia de amor entre un hombre y una mujer de medios sociales diferentes.

Nasralá rodó «Después de la batalla» en la urgencia, anotando algunas ideas de guión en unas cuantas páginas, saliendo a filmar como un reportero, en el mismo momento en que los acontecimientos se producían.

 La jornada concluyó con la gala de inauguración de la sección «Una Cierta Mirada», en la que concursan el filme «Elefante blanco», del argentino Pablo Trapero, «La playa» del colombiano Juan Andrés Arango y «Siete días en la Habana» de Benicio del Toro, Pablo Trapero, Julio Medem, Elia Suleiman, Juan Carlos Tabio, Gaspar Noé y Laurent Cantet (Cuba).

El viernes, el actor y realizador estadounidense Sean Penn participará en Cannes en una fiesta de gala para recaudar fondos destinados a la reconstrucción de Haití.



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