SANÁ.-Los yemeníes acudían este martes masivamente a las urnas para elegir presidente, como resultado de un acuerdo para poner fin a una rebelión que apartó del poder a Alí Abdalá Saleh, aunque enfrentamientos en el sur dejaron cuatro muertos y obligaron a cerrar la mitad de las oficinas de voto en Adén.
En los enclaves del norte, controlados por la rebelión zaidita -una rama del chiismo- que llamó a boicotear el comicio, sólo un local de votación estaba abierto, según indicaron responsables locales.
Mucho antes del inicio de la consulta en Saná, la capital, a las 08H00 locales (05H00 GMT), se formaron largas filas separadas de electores y electoras, aunque la elección es ante todo simbólica, pues el vicepresidente Abd Rabo Mansur Hadi es el único candidato.
Tawakkol Karman, premio Nobel de la Paz, afirmó que es «un día de fiesta para los yemeníes pues es el de la partida de Saleh y el del fin del despotismo y de la opresión».
El futuro presidente afirmó que su elección abría «un nuevo capítulo» para Yemen. Hadi votó en medio de aplausos en Saná, rodeado de un importante dispositivo de seguridad. La afluencia también era importante en otras ciudades, en particular en Taez, al sureste de Saná, vanguardia del movimiento contra Saleh.
Más de 12 millones de electores fueron convocados en estos comicios organziados gracias al acuerdo que permitió a Saleh dejar el poder a cambio de la inmunidad para él y los suyos.
Este acuerdo convierte a Yemen en el primer país árabe donde un levantamiento culmina en una solución negociada, tras las sangrientas reveliones que derrocaron a los dictadores de Túnez, Egipto y Libia. No obstante, Yemen daba también este martes la imagen de un país dividido.
En Adén, la gran ciudad del sur, «la mitad de las (veinte) oficinas de voto fueron cerradas tras ser invadidas por hombres armados del Movimiento Sudista», declaró a la AFP un responsable gubernamental.
El Movimiento Sudista, un grupo autonomista, había llamado a boicotear los comicios.
El el ala radical de este movimiento, partidario de que Yemen del Sur recupere la independencia que tenía antes de su fusión con el Norte en 1990, convocó para este martes a una jornada de «desobediencia civil». Cuatro personas murieron en enfrentamientos en el sur, entre ellas un niño de 10 años en Adén.
Militantes sudistas también bloquearon las calles para impedir el acceso a los locales de votación. Nutridos tiroteos se escuchaban en las calles. En Mukala (sudeste), un soldado murió en un ataque contra una local de votación, y en Lahaj (sur) un manifestante falleció en un tiroteo entre separatistas y soldados.
Los habitantes de las localidades donde hay numerosos presuntos miembros de la red islamista Al Qaida, como Zinjibar, la capital de la provincia de Abyan, no participan en la elección debido a la escasa presencia de fuerzas de seguridad, según otras fuentes locales.
En las regiones del norte controladas por la rebelión zaidita -una rama del chiismo- que llamó a boicotear el comicio, sólo un local de votación estaba abierto en la ciudad de Saada, según responsables locales.
Esta oficina conoció una cierta afluencia, sobre todo de simpatizantes de los partidos de oposición, precisaron los responsables, mientras los locales de votación del resto de la provincia de Saada y otras regiones del norte controladas por los rebeldes permanecieron cerrados.