El 27 de febrero de 1963, el escritor y político vegano de 53 años de edad, se convirtió en el primer Jefe de Estado elegido en forma democrática después de 31 años de la dictadura de Rafael L. Trujillo Molina.
Santo Domingo.- Hoy República Dominicana conmemora el 16 aniversario del fallecimiento de Juan Emilio Bosch Gaviño, quien fue un cuentista, ensayista, novelista, narrador, historiador y educador.
Este político dominicano fue electo presidente de la República en 1962, cargo que asumió por un breve periodo en 1963.
Fue un líder de la oposición dominicana en el exilio contra el régimen de Rafael Leónidas Trujillo durante más de 25 años.
Además, fue el fundador de dos de los principales partidos políticos dominicanos: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1939 y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973.
Bosch tuvo un efímero gobierno, el cual fue derrocado casi siete meses después de asumir la presidencia.
Murió el 1 de noviembre de 2001, en Santo Domingo. Como ex presidente, recibió los honores correspondientes en el Palacio Nacional, y fue enterrado en su ciudad natal de La Vega.
Hasta la fecha, se le recuerda como un hombre de principios. Con los años, como su suerte subía y bajaba, su dirección política osciló violentamente.
Él mismo se describió como una persona «no-comunista» y amigo de Fidel Castro, y le dijo a un entrevistador en 1988 que nunca había sido marxista.
La Mujer (1933), Camino Real (1933), La Bella Alma de Don Damián (1939), Dos Pesos de Agua (1941), Luis Pie (1942), Maravilla (1946), En Un Bohío (1947), Callejón Pontón (1948), La Muchacha de La Guaira (1955), Cuentos de Navidad (1956), Cuentos Escritos en el Exilio (1962), Más Cuentos Escritos en el Exilio (1962) y Cuentos Escritos Antes del Exilio, entre otros.
A continuación les presentamos algunas de las más importantes frases de Bosch:
“Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral”.
“Si no puedo ver por mí mismo la liberación de este pueblo, la veré a través de mis ideas”.
“Nuestra aspiración es que un día, cuando los niños que están empezando hoy a hablar sean hombres viejos y de nosotros no quede si no una cruz sobre una tumba, esos viejos les digan a sus hijos que el compañero Juan vivió y murió pensando cada hora de cada día en servir a su pueblo”.
“Si mi vida llegara a ser tan importante que se justificara algún día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo: “Nació en la Vega, República Dominicana. El 30 de junio de 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”.
“Nadie se muere de verdad si queda en el mundo quien respete su memoria”.
“Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres”.
“La verdad no es un artículo que se compra y se vende con beneficios”.
“Toda obra digna para a menudo bajo las sombras de la infamia; el que combate, sin embargo, no puede detenerse ante la infamia”.
“El valor por sí sólo sirve para matar y morir, no para dirigir y triunfar”.
“La lucha de los pueblos es constante; nacen mártires donde muere uno: florecen las ideas allí donde las persiguen; un pasado heroico, cuajado de nobles hombres, estimula a los jóvenes e ilumina el porvenir”.
“Los hombres no saben vivir aplastados por el terror, y allí donde sufren, allí alimentan la esperanza de vencer al infortunio”.
“Nosotros somos una tierra pequeña, que sólo podemos engrandecernos por el amor, por la virtud, por la cultura, por la bondad”.
“Si para nosotros no hay nada tan admirable, hermoso y grande como el hombre, nada puede ser más admirable, hermoso y grande que el pueblo dominicano”.