La caída del Muro de Berlín puso fin a una década, un siglo y un milenio. Aquí la pieza promueve derechos humanos. alberto calvo
SANTO DOMINGO.-El fragmento del Muro de Berlín donado por la República Federal de Alemania al país, icono que refleja el anhelo de libertad del ser humano, se ha convertido en una atracción en el Monumento Fray Antón de Montesinos, donado por México en honor al histórico sermón de este sacerdote dominico, en protesta por maltrato de los indios.
Dicha fracción de hormigón, que por 28 años formó parte del desafortunado Muro de Berlín, es el símbolo más evidente de la Guerra Fría, lucha ideológica y de la carrera armamentista entre el Pacto de Varsovia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Legado mundial
La pieza original, obsequiada a la Primada de América, busca honrar a esta ciudad para perpetuar uno de los momentos decisivos de la revolución pacífica de Alemania, culminando el nueve de noviembre del año 1989, hace 32 años, con la caída de referido muro y la posterior reunificación de Alemania, el tres de octubre del año 1990.
De acuerdo con Luisa Navarro, profesora investigadora de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Alemania era el eje fundamental de la II Guerra Mundial, y la destrucción de esta el objetivo para el socialismo y el capitalismo.
Ambos sistemas lograron separarla con la creación del muro y ese proceso implicó la división de familias de una ciudad y un país.
“El Muro de Berlín tenía un alto nivel de significado de opresión de un sistema mundial que separa al ser humano, la caída de este es otra vez el acercamiento de familiares y amigos, y que se une Berlín y Bonn”, comentó la historiadora Luisa Navarro.
El reparto a nivel mundial y la representación de un trozo en el país puede significar una valoración del pueblo dominicano a lo que nunca más debe ocurrir, es decir al intento de separar a la humanidad, y aquí se refleja el anhelo de libertad, afirmó la investigadora.
Figuras iconos
Martín López, artista multimedia, periodista, y gestor cultural, quien se encargó de transformar la pieza y convertirla en un mural, significó que para dominicanizar la obra concentraron allí los personajes símbolos que representan la defensa de los derechos humanos en la República Dominicana.
Entre las figuras emblemáticas que se exhiben y plasmó el cineasta y fotógrafo Martín López encabezan Fray Antón de Montesinos, por ser el primero en rebelarse en defensa de los derechos de los indios en la época colonial.
“Le siguen iconos mundiales, reconocidos por la UNESCO, como las Hermanas Mirabal con la violencia contra la mujer y el feminicidio”, precisó el cineasta de larga data y que ha participado en reconocidas obras y exposiciones.
Igual el fragmento contiene pinturas de las banderas del mundo implorando por la paz, destacándose las uniones o relaciones de República Dominicana y Alemania.
Otro personaje relevante es el de Mamá Tingó (Florinda Soriano Muñoz), activista y defensora contra el despojo injustificado de tierras a los campesinos residentes de Hato Viejo, en Yamasá. También se mezcla el derecho de los presos y a la expresión.
Sobre el lugar escogido para la exhibición, López lo calificó de excelente y formidable que permanezca en el Puerto de Santo Domingo o en el Centro de los Héroes, aunque entiende deben haber otras obras en sitios de visitaciones similares que promuevan la historia por ser el muralismo la mayor expresión de arte público.
Inauguración
La Embajada de Alemania aún no precisa la fecha en que será inaugurado el fragmento del muro Fragmento del Muro de Berlín, donado por la República Federal de Alemania al país, icono que refleja el anhelo de libertad del ser humano.
El monumento de Fray Antón de Montesinos fue donado por México a República Dominicana en el año 1982 e inaugurado al año siguiente.
Particularidad
—1— Inicio del muro
El 13 de agosto de 1961 se decidió levantar un muro provisional en Alemania y cerrar 69 puntos de control, dejando abiertos 12.
—2— Extensión
La pieza de RD mide 1.2 metros por 3.6 metros, mientras que el muro tenía una extensión de 45 kilómetros que dividía la ciudad de Berlín en dos.
