Filipinas se prepara para tormenta tropical

Filipinas se prepara para tormenta tropical

Filipinas se prepara para tormenta tropical

MANILA, Filipinas.-Las Filipinas se preparan estes lunes para la llegada de una tormenta tropical que amenazaba desencadenar inundaciones y deslizamientos de tierra.

Se anticipa que tormenta Rammasun se intensificará para cobrar fuerza de tifón antes de tocar tierra el martes en la provincia de Albay, dijo la oficina meteorológica del gobierno.

Rammasun se encontraba a unos 500 kilómetros (310 millas) al este de la ciudad de Legazpi el lunes por la tarde, con vientos sostenidos de hasta 110 kilómetros (68 millas) por hora y ráfagas de hasta 140 kilómetros (87 millas), dijo Rene Paciente, meteorólogo del gobierno. La tormenta entró el domingo en aguas territoriales filipinas.

Alexander Pama, director ejecutivo del Consejo Nacional de Emergencias, dijo que las oficinas locales del consejo en por lo menos siete regiones del país, incluso la zona metropolitana de Manila, declararon el alerta por posibles inundaciones y deslizamientos.

«Nuestra evaluación inicial es que no influirá excesivamente el viento. Lo que nos preocupa son los deslizamientos y las inundaciones», afirmó.

Las escuelas suspendieron las clases el lunes por la tarde en algunas áreas, incluso Manila. Funcionarios locales instaron a las embarcaciones a no navegar en el paso de la tormenta, prepararon artículos de emergencia y organizaron la posible evacuación de residentes.

Se prevé que Rammasun se hará sentir sobre todo en la zona metropolitana de la capital a partir del martes por la mañana y que azotará la capital el miércoles temprano antes de desplazarse al Mar del Sur de la China, ya sea por las provincias de Bataan o Zambales en el noroeste, dijeron los meteorólogos. Se anticipa que saldrá de las Filipinas el jueves para pasar al sur de China.

Las provincias centrales de Filipinas todavía no se han recuperado de la devastación masiva que causó el tifón Haiyan en noviembre. Los fuertes vientos y maremotos aplastaron pueblos y dejaron por lo menos 6.300 muertos y más de mil desaparecidos.



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