A partir de la matanza de Newtown, que fue un hecho terrorista aunque no participara árabe alguno, muchos diagnostican que la sociedad estadounidense está enferma. Esto no es cierto.
El pueblo de lo Estados Unidos -no así parte de su Estado y sectores específicos- no es más violento o pacífico que muchos otros pueblos.
Si es cierto que está sometido a mayor nivel de control ideológico gracias a lo sofisticado de sus medios de comunicación y propaganda, articulado en base a un desconocimiento de la historia de la humanidad, su geografía y la explotación que sus sectores económicos y políticos dominantes ejercen sobre una gran parte de la población del mundo.
La National Rifle Association es una organización fascista que amparada en la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos -que establecía el derecho a los ciudadanos de dicho país a estar armados en el contexto de su guerra de independencia- promueve la libre adquisición, porte y uso de armas de fuego, incluidas las propiamente de guerra, para la defensa personal y la posibilidad de declarar la guerra a su propio gobierno en caso de que asuma un modelo dictatorial.
Es un cáncer que hace metástasis en los espacios más indefensos de la sociedad de Lincoln y frente al cual los intereses económicos que se parapetan tras dicha organización no valoran la vida de ningún ser humano al interior y más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Un caso es la guerra civil mexicana que en estos momentos los carteles de drogas desarrollan.