Fanáticos ‘maldicen’ Licey por retraso venta boletas

Fanáticos ‘maldicen’ Licey por retraso venta boletas

Fanáticos ‘maldicen’ Licey  por retraso venta boletas

Los fanáticos protestan en la parte frontal del estadio Quisqueya por las boletas. nicolás monegro.

Santo Domingo.-Con varias descargas de improperios y maldiciones los fanáticos interesados en adquirir las boletas para el juego de ayer entre los archirrivales Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey generaron un caos en la entrada principal del estadio Quisqueya, Juan Marichal, de la Capital.

“Estamos hartos de los maltratos que les da el Licey a los fanáticos, quienes sufren para comprar las boletas.

Es increíble como un equipo con la fanaticada más fiel y los maltratan”, comentó el fanático Santiago Mejía, quien dijo estar desde la seis de la mañana en la boletería para comprar boletas.

Mientras que Carlos Perdomo explicó que la situación se complicó porque compraron las boletas de manera online, a través de la página “liceyticket.com” y al llegar al estadio no se las entregaron.

“Ellos (el Licey) abrió el proceso para vender online, donde se seleccionan los asientos y luego se hace el pago con la tarjeta de crédito, pero al llegar al estadio no nos entregan los tickets”, agregó Perdomo, quien añadió que están reclamando los tickets que pagaron o que les devuelvan su dinero.

Reconocen el problema
Un empleado de boletería del estadio Quisqueya, que lógicamente pidió reservas de su nombre, reconoció la situación señalando que se debió a un error del sistema computacional.

“Tenemos tres días haciendo el proceso para entregarles sus boletas a los abonados y hoy (ayer) fue que pudimos entregarle”, dijo el empleado, quien aclaró que hasta que no les resolvieran a los abonados, no podían vender a granel, porque el caos sería más grande.

Embarazoso

— Reincidentes
Los inconvenientes de los fanáticos para adquirir boletas de los juegos entre Águilas-Licey en Santo Domingo son constantes durante años. Las quejas por el descontrol sobre las ventas de boletas llegan a niveles alarmantes.