Fachada del Quisqueya deja mucho que desear

Fachada del Quisqueya deja mucho que desear

Fachada del Quisqueya deja mucho que desear

El frente del estadio luce bastante descuidada cuando el inicio del torneo está al “doblar de la esquina”. Alberto calvo

SANTO DOMINGO.-A poco menos de un mes del inicio de la temporada invernal el estadio Quisqueya Juan Marichal no presenta una cara acorde a la gloria y calidad histórica del béisbol dominicano.

Una fachada descuidada, sucia y sin pintar es lo primero que percibe el visitante ante el vetusto del ensanche La Fe.

Un asfaltado completo de las calles interiores y el buen estado de la grama son los puntos positivos. También es notable el trabajo de mantenimiento y limpieza del “granstand”, el área en la que el público pasa más tiempo en sus visitas al play capitalino.

 Trabajadores cambian la madera del “dugout” de los Tigres del Licey.

Trabajadores cambian la madera del “dugout” de los Tigres del Licey.

El entorno sigue siendo un caos. Los diversos negocios en los alrededores del estadio incluyen escuelas de choferes, venduteros, y los camiones de carga que ocupan la entrada que colinda con la calle Rafael Fernández Domínguez.

En un recorrido realizado por EL DÍA, también se pudo ver entrenadores independientes preparando peloteros adolescentes en el parqueo.

El terreno luce cuidado y los trabajadores a cargo de su mantenimiento trabajan cada día para que el diamante esté listo para el intenso trajín de 50 partidos, solo en la serie regular.

La intención de la Liga Dominicana de Béisbol, de montar partidos de pretemporada de Grandes Ligas en 2020, ha caído en el vacío, ya que las Grandes Ligas publicaron el calendario de sus partidos de entrenamientos sin que la visita al país figure en la programación.

Este montaje servia de base para un arreglo profundo del estadio construido en 1955.

— Recreo
Decenas de ciudadanos utilizan las calles interiores del estadio para ejercitarse cada tarde. El espacio brinda seguridad a los que buscan salud mediante una caminata vespertina alrededor del play.

*Por NEFTALÍ RUIZ