Santo Domingo.-El Ministerio de Agricultura le incautó doce cucarachas gigantes al nacional ruso Igor Rusurusov, quien las introdujo al país el pasado día cinco por el aeropuerto de Punta Cana, violando la ley de Sanidad Vegetal.
Los insectos, de la especie Madagascar, seis machos y seis hembras, fueron entregadas ayer al Ministerio de Medio Ambiente, que anunció serán llevadas al Museo de Historia Natural y las mismas serán usadas de material educativo.
Emigdio Gómez, director de Sanidad Vegetal de Agricultura, señaló que no se permite la entrada de este tipo de espécimen al país, ya que pueden ser vectores de enfermedades y además de que lo prohíbe la ley de Sanidad Vegetal, en interés de proteger la flora y fauna.
“La cucaracua”
Este insecto no tiene el aspecto de una cucaracha normal ni emite el mismo tipo de sonido.
La cucaracha gigante, también llamada “Siseante”, es una de las muchas especies provenientes de la isla de Madagascar.
Estas son de un marrón brillante y tienen forma ovalada, no tienen alas, pero sí un único par de antenas. Los machos tienen unos cuernos que les confieren un aspecto sorprendente y poco común.
Utilizan estos cuernos en agresivos encuentros que recuerdan a las batallas entre mamíferos con cornamenta.
Los machos embisten a su enemigo con los cuernos o el abdomen y durante la lucha suelen emitir ese sorprendente silbido del que toman su nombre.
El ganador silba más que el perdedor, por lo puede considerarse que el sonido define la jerarquía de la cucaracha.
Este silbido forma parte del ritual de apareamiento de estos insectos y también se usa como un efectivo grito de alarma.
La mayoría de los insectos emiten sus sonidos frotando partes de su cuerpo o a través de membranas vibrantes.
Sin embargo, la cucaracha de Madagascar lo hace al exhalar el aire a través de los poros respiratorios.