Danilo Medina hizo un excelente discurso de campaña, pero olvidó que ese día tocaba la rendición de cuentas… Dos horas y veinte minutos de cifras maquilladas y omisiones planificadas.

Se atrevió a hablar de Punta Catalina como un gran logro, olvidando que es el símbolo de la corrupción gubernamental; sin referirse al año y medio de retraso (según contrato arrancaría en agosto de 2017), ni mucho menos a los 708 millones de dólares (RD$35,400,000,000.00) que Odebrecht exige para entregar la obra.

Habló de solidez económica, en un país que vive del fiao. Ya debemos el 60% del PIB, más de la mitad del presupuesto es para pagar deudas, y el 25% de los ingresos del gobierno se va en pago de intereses… Danilo Medina ha tomado más préstamos que todos los gobiernos anteriores juntos.

Habló de estabilidad del dólar, en un país donde no hay dólares disponibles (vaya a un banco a comprar más de 2 mil y usted verá).

Una estabilidad ficticia, inconcebible en un país con una balanza comercial tan negativa (salen dos veces más dólares que los que entran).

Lo mismo que la supuesta estabilidad de la inflación, obra de la manipulación de números desde el Banco Central, que está creando una burbuja que cuando reviente no se sabe lo que va a pasar.

Habló de aumentos salariales y nuevos proyectos, sin decir de dónde va a salir ese dinero… Lo que hace suponer que viene por ahí una reforma fiscal.

No podía faltar el tan cacareado huevo de las “visitas sorpresa”, que presenta cada año como lo mejor del mundo, cuando en realidad son un pisoteo a la institucionalidad.

Solo reciben atenciones (y no siempre) las comunidades que visita el “mesías”, mientras las demás siguen en el abandono.

Un show populista dedicado al culto de la personalidad, que lejos de acelerar el crecimiento del sector agropecuario lo ha realentizado (estadísticas oficiales).

Las palabras impunidad y corrupción fueron las grandes ausenten en las 68 páginas de su discurso. Como ausente han estado las acciones de su gobierno contra estos males.

Muchas personas esperan que haya sido su penúltimo discurso, a mi me gustaría que fuese el último. Muy caro que nos sale cada día que esa gente está en el poder.