CHICAGO.- El ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, de 85 años, hospitalizado el martes en Cleveland, Ohio (noreste), tras sufrir un malestar estomacal durante un vuelo a esa ciudad, está bien y se espera que retome su actividad esta semana, dijo a la AFP una portavoz.
El ex presidente demócrata (1977-1981), de gira para promocionar su último libro, fue llevado al hospital sobre las 11H30 (15H30 GMT) por un equipo médico que lo atendió al llegar su vuelo, indicó a la AFP la portavoz del aeropuerto de Cleveland, Jacqueline Mayo.
«Por recomendación de su médico, el presidente Carter pasará la noche para descansar en el Hospital Health Metro en Cleveland y planea retomar la gira de promoción de su libro mañana (el miércoles) en Washington», dijo en una declaración, su portavoz Deanna Congilio.
El presidente Barack Obama habló con Carter y «se oía muy bien», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton.
«Estamos muy animados por la noticia», añadió. Aún treinta años después de haber salido la Casa Blanca, el ex presidente demócrata Jimmy Carter (1977-1981) tiene una agenda igual o más cargada y es omnipresente en los medios de comunicación, donde cultiva su franqueza y su imagen de defensor de causas progresistas.
Al tiempo que se acerca a su 86 cumpleaños el 1 de octubre, Carter ha multiplicado sus intervenciones en asuntos controvertidos, quebrando una regla no escrita de que los ex inquilinos de la Casa Blanca deben mantener cierta reserva.
Llamó así a Estados Unidos a mejorar sus relaciones con Irán y Corea del Norte, criticó lo que considera la mala voluntad de Israel hacia el proceso de paz en Medio Oriente, y defendió firmemente el derecho de los musulmanes a edificar una mezquita en las cercanías de la ‘zona cero’ de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Carter nunca fue un ex presidente discreto. Un año después de haber dejado la Casa Blanca fundó el Carter Center, una organización de promoción de las elecciones limpias y de la mediación en los conflictos a través del mundo.
Se le concedió el premio Nobel de la Paz en 2002. Pero la promoción de su libro 26, «White House Diary», que vuelve a trazar su presidencia a partir de sus notas de la época, volvió a ponerlo en el foco mediático.