He tenido la oportunidad de participar, en mi trayectoria profesional, como conferencista en cientos de eventos tecnológicos, nacionales e internacionales. Las oportunidades que se generan en este tipo de espacios son innumerables. Las empresas muestran sus nuevos productos o servicios, las personas establecen nuevas relaciones comerciales y aumentan su red de contactos y, los participantes, pueden disfrutar de un número importante de momentos de capacitación, entretenimiento y creatividad.

Es lo que ha sucedido en todas las entregas del Consumer Electronics Show (CES), una feria comercial anual que se celebra en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, que ha realizado una nueva entrega en el mes de enero del presente año.

En este tipo de eventos, miles de expositores se dan cita para reflexionar sobre las tendencias tecnológicas y las innovaciones que se lanzan para captar nuevos clientes y aumentar la participación del mercado tecnológico. La verdad que es impresionante lo que se muestra en uno de los eventos tecnológicos más grandes del planeta.

En República Dominicana necesitamos retomar este tipo de espacios. Recuerdo cómo en mi adolescencia pude participar en lo que se denominó Compuexpo.

Era el evento tecnológico anual más importante del país. Para mi significó un antes y un después. Ahí tuve la oportunidad de confirmar mi vocación.

Pude reafimar mi pasión por la ciencia y la tecnología. En los últimos tiempos existió una feria llamada Tecdo. La misma incorporó otros elementos innovadores, pero también fue un espacio de visibilización de la tecnología en suelo dominicano.

En los años más recientes, algunas empresas han creado eventos tecnológicos que siguen jugando un papel importante en la promoción, difusión y fortalecimiento de la industria tecnológica nacional.

Nuestro país necesita tener su “CES”. Un espacio neutral, donde se expongan las tendecencias e innovaciones tecnológicas más importantes y sirva de fuente de inspiración para las presentes y futuras generaciones. Ha llegado el momento de construir juntos una verdadera nación digital.