Washington.–Estados Unidos anunció ayer que más de 40 países participarán, de una manera u otra, en la coalición contra los yihadistas del Estado Islámico (EI).
De ellos, 25 son reseñados en una lista confeccionada por el departamento de Estado. Otros podrían colaborar discretamente en distintos planos: diplomático, de inteligencia, asistencia militar, lucha contra el reclutamiento y redes financieras del EI.
En ese orden, Australia se está preparando para contribuir con hasta 10 aviones militares a la campaña cada vez más agresiva contra los extremistas de Estado Islámico en Irak y Siria, según indicó el primer ministro australiano, Tony Abbott.
El país responde a una petición formal de Estados Unidos de contribuciones concretas a la coalición internacional, señaló Abbott en un comunicado difundido el domingo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la semana pasada la nueva campaña militar más agresiva. Washington ha lanzado decenas de ataques aéreos contra objetivos seleccionados en Irak.
Naves y aviones no tripulados estadounidenses reunirán información sobre objetivos antes de comenzar ataques aéreos en Siria.
Australia preparará hasta ocho aviones de combate F/A18, una nave E-7A Wedgetail de Alerta Temprana y Control y un KC-30A Cisterna y de Transportes para su despliegue en Emiratos Árabes Unidos.
En tanto, el secretario de Estado, John Kerry, quien multiplica sus esfuerzos diplomáticos en Medio Oriente, dijo que “todas las bases están cubiertas» por la coalición multinacional liderada por Washington para derrotar al Estado Islámico.
“Cada uno de los elementos de la campaña del presidente (Obama) y lo que se necesita hacer para cumplir nuestro objetivo, ha sido ofrecido por uno o varios países y todas las bases están cubiertas”, dijo el jefe de la diplomacia de Washington en una entrevista en el programa Face the Nation de CBS.
Kerry hablaba desde El Cairo el sábado, antes de que se hiciera pública la ejecución de un tercer rehén occidental por parte del EI, el británico David Haines, y previo a la eventual votación en el Congreso esta semana del plan del presidente, Barack Obama, para entrenar y equipar a rebeldes sirios moderados, un elemento clave de su estrategia para destruir a la organización yihadista sunita.