
Por Marcia Beltré
Las afluencias masivas del sargazo a costas dominicanas durante este año vuelven a provocar estragos en el sector pesquero, confirmado por observaciones de campo de investigadores de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y técnicos del Consejo Dominicana de Pesca y Acuicultura CODOPESCA). Pero ¿Conocemos la forma en que el sargazo impacta a la pesca y a pescadores? Debemos resaltar que, en abril de este año, la Universidad del Sur de Florida pronosticó que al caribe llegarían unos 31 millones de toneladas de estas algas. Sin embargo, tenemos reportes de estos organismos desde mediados de marzo, lo cual ha provocado la disminución significativa de la actividad pesquera y en algunos casos dificultad para muestreos de investigación de campo.
Hemos observado que las bahías de Juancho en Pedernales y la de Samaná, dos de las zonas pesqueras más importantes del país, son fuertemente impactadas. En la primera (igual que en el 2018), se registró una gran mortandad de organismos y aun se hace difícil pescar; mientras que, en la segunda, la Zona de Exclusión Pesquera tiene más de un mes cubierta de sargazo. Estos ecosistemas son viveros pesqueros. Otras 15 playas en San Cristóbal, María Trinidad Sánchez, Hato Mayor, La Altagracia y Barahona también están afectadas. En todo caso, los impactos serán en el corto y mediano plazo ya que la muerte masiva de juveniles reduce la entrada de nuevos individuos a la población pesquera.
Insistimos en que la visibilización de los impactos positivos y negativos del sargazo en la pesca permitiría tomar mejores decisiones. En alta mar, el sargazo forma FADs naturales (Fish Aggregating Devices o Dispositivos de Agregación de Peces), atrayendo especies como el dorado, atunes y otras pelágicas migratorias produciendo un aumento de sus capturas y las ganancias, mientras que la pesca de camarones con chinchorros de arrastre y de ahorque dañan los motores, las redes llenas de sargazo se rompen y las embarcaciones aumentan el consumo de combustible. En consecuencia, los costos de operación superan los beneficios. Profundizar en estos planteamientos puede orientar el establecimiento de cuotas de captura para evitar sobrepesca de especies agregadas y buscar alternativas a los pescadores de chinchorros.
Desde el 2018 estamos dando seguimiento a estos eventos. A partir del 2021 la UNPHU reconoció la necesidad de que las academias colaboren en la búsqueda de soluciones viables al fenómeno, visibilizar sus impacto en lo económico, social y ecológico; en el 2023 la UNPHU forma parte de la Red de Universidades para Investigación, Manejo y Tratamiento de Sargazo, R.D (SARGARD) y actualmente cuenta con tres investigaciones sometidas en el marco del Proyecto ResAgro-Sargazo: "Cooperación franco-dominicana en materia de gestión de sargazos y residuos agrícolas" enfocado en la conversión y creación de cadena de valor. Igualmente, estamos involucrados en paquetes de trabajo de El FEF (Fondo Équipe France) mecanismo de financiamiento del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia que apoya al ResAgro-Sargazo. Participamos con la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) como parte consorciada en un Proyecto FONDOCYT-2023 buscando crear un dispositivo de agregación de peces utilizando sargazo como materia prima.
Reflexión: Si asumimos este fenómeno como una combinación de factores biofísicos y la contaminación, debemos preguntarnos ¿Cuál debe ser nuestra contribución para reducir la problemática?