En el ámbito de la salud mental se habla de estigmas para referirse a las etiquetas, atributos y prejuicios que comúnmente reciben tanto las personas que han sido diagnosticadas con algún trastorno, como sus manifestaciones.
Esto se puede evidenciar a través de comentarios, actitudes o pensamientos, que podrían ser directos o no intencionales. Paola Rosa Mota, psicóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), afirma que las personas diagnosticadas con algún trastorno mental en muchas ocasiones se ven enfrentadas a la discriminación, los estereotipos y los prejuicios que existen en torno al tema.
Mota señala que esa percepción negativa y errónea, suele tener raíz en el desconocimiento, la falta de empatía y la desinformación.
La especialista agrega que algunas de las clasificaciones que reciben los diferentes tipos de estigmas en la salud mental son las siguientes: estigma púbico, estos son las creencias negativas que adoptan la sociedad y las diferentes culturas.
Asimismo, el institucional, que se trata de los prejuicios y actitudes erróneas que conducen a tratos de desigualdad dentro de las empresas, ya sean públicas o privadas, y el familiar, que se refiere principalmente al rechazo que sufren los seres queridos por parte de la sociedad, lo cual lleva a que muchas veces estos eviten hablar y se aíslen. Por otro lado, hace referencia a los prejuicios y discriminación por parte de la familia hacia el miembro que ha recibido el diagnóstico.
La influencia negativa de dichos contextos suele dar origen a lo que se conoce como auto-estigma.
Ocurre cuando la persona internaliza el estigma, es decir, asume y hace parte de su identidad los prejuicios y características estereotipadas que recibe entorno a su diagnóstico (por ejemplo, temor a volverse agresivo o agresiva porque ha escuchado que quienes tienen algún trastorno mental lo son).
“Debido al gran valor que se le ha dado a la manera en cómo el entorno nos percibe, en el caso de las persona con trastornos mentales, esto promueve que el proceso de interiorización tome mayor fuerza”, señala Mota.
¿Cómo evitarlos?
La psicóloga recomienda que para evitar estigmatizar y ofrecer un trato más humano, las personas deben investigar para obtener información verdadera y confiable sobre los posibles síntomas y conocer de qué manera pueden afectar. Apunta que usualmente los prejuicios y creencias de los demás suelen ser resultado de la falta de conocimiento y de compresión, por lo que no se basan en hechos y datos reales.
También evitar generalizar, pues un mismo trastorno se manifiesta de distintas formas. Si bien es cierto que entre muchas personas puede haber similitudes, no siempre sucede así, sostuvo.
A eso añade, destacar habilidades y recursos personales, Mota sugiere evitar centrar la atención únicamente en aquello que se necesita mejorar.
El trastorno mental es solo una parte de otras tantas que complementan a la persona, que es mucho más que el diagnóstico que recibe. De ese mismo modo, es correcto cuidar el lenguaje, se puede lograr eliminado las etiquetas, en lugar de decir “es ansiosa o ansioso”, utilizar la expresión “es una persona con ansiedad”.
Eso evita reducirles a una única característica, resalta. Agrega, validar sus emociones, “cuando se hace esto se normalizan las emociones propias de la situación por la que atraviesa la persona, se le da sentido a lo que expresa. Para eso, es importante evitar frases como: “no es para tanto, estas exagerando”, “no tienes que llorar por eso”, entre otras, porque tienden a juzgar y le quitan valor a lo que sienten.
En cambio, utiliza frases como “es normal que te sientas así”, “llora si lo necesitas”, “¿cómo puedo ayudarte?”. Puntualiza lo relevante que es motivarles a buscar ayuda y normalizar su decisión de hacerlo.
Motívale
— Buscar ayuda
La experta advierte: “Muchas personas temen pedir ayuda por la propia percepción negativa “ir al psicólogo/psiquíatra es para locos”, por las etiquetas entorno al tema y por lo que otros puedan pensar o decir”.
Recomendación para un mejor manejo de estos
Evitar la sobreprotección es muy importante, uno de los estigmas comunes es pensar que las personas con trastornos mentales no cuentan con suficientes recursos para valerse.
Escucha sus necesidades y actúa (en la manera de lo posible) de acuerdo a lo que la persona necesita recibir.