SANTO DOMINGO.-Además de proteger y mimar a su familia, ella dedica parte de su tiempo a cuidar la gran casa que nos acoge, la tierra. Ginny Heinsen, directora del programa “Sostenibilidad 3R”, con su labor enseña el cambio de cultura que debe asumir la ciudadana para dar respuesta a los problemas ambientales.

¿Qué tiempo lleva promoviendo las 3R y cómo conjuga el rol de ecologista y madre?

Las 3R – reduce, reutiliza y recicla, las promuevo desde 2010 gracias a una alianza estratégica con la Agencia de Cooperación del Japón (JICA), que difunde esta filosofía al mundo entero. Como madre me enorgullece que mis hijos se han comprometido a cuidar el ambiente.

¿Qué tanto ha concienciado sobre la necesidad de cuidar ambiente?

Es difícil medir el impacto de una palabra o de un ejemplo en el despertar de la conciencia ciudadana sobre el medio ambiente. Sí me siento comprometida, y en cada lugar alerto sobre acciones simples que pueden evitar daños considerables a los ecosistemas. Me alegra que Cada día me encuentro con más y más personas que están haciendo lo mismo.

¿Cómo cree se siente la madre tierra con el daño que le ocasiona la gente?

La madre tierra es perfecta. Ante el atropello de la raza humana, los dolientes somos nosotros. El hombre se está suicidando a sí mismo, con estilos de vida insostenibles. Está en nosotros, el despertar a la gracia de la creación y honrarla, apreciarla, cuidarla y celebrar la tierra.

Labor

— Distinción
Ginny Heinsen es directora de proyectos especiales del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal, y recién fue escogida “Mujer del Año 2018”, por parte de “Diario Libre”, por su labor a favor del cuidado ambiental.