Es posible que en estos días, si los promotores de información por redes sociales hacen su trabajo y los usuarios piden explicaciones, mucha gente quede edificada acerca de quién puede casar y quién no, según las leyes dominicanas, pero que también se pueda hacer una idea de cuándo se encuentra ante un espectáculo y cuándo ante un acto formal, en el que se siguen los pasos que establecen las normas del caso.
Mientras pasa la marea levantada por el exembajador de Estados Unidos de América Wally Brewster, que en Santiago “juntó” a por lo menos una pareja del mismo sexo, la Junta Central Electoral ha dejado en claro que en el Registro Civil no ha sido inscrito ningún “matrimonio” de este tipo, así como el muro constitucional que lo impide y las leyes que rigen sobre estos puntos