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“Eso es un mito”: Médicos desmontan rumores sobre secuestros para robar órganos en República Dominicana

Santo Domingo.- El secuestro de personas para robarles órganos es un mito en República Dominicana. Así lo afirmó el doctor Luis Manuel Pérez Méndez, coordinador de Trasplante Hepático del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes (INCORT), quien explicó que para que un trasplante sea viable se requieren condiciones médicas y logísticas extremadamente complejas.

Al participar en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, Pérez Méndez, también miembro de la Sociedad Dominicana de Gastroenterología, explicó que actualmente el Hospital General de la Plaza de la Salud es el único centro avalado en el país para realizar trasplantes de hígado.

El especialista señaló que para extraer un órgano viable, el donante debe encontrarse en condiciones clínicas muy específicas: conectado a ventilación mecánica, con presión arterial estable y saturación de oxígeno por encima del 90%. “Debe estar como si estuviera vivo, lo que es incompatible con una muerte violenta producto de un secuestro”, puntualizó.

Asimismo, indicó que el procedimiento requiere un equipo multidisciplinario de cirujanos especializados, anestesiólogos y personal clínico altamente capacitado.

"No hay otro centro, ni clínica privada ni pública, donde se pueda realizar en estos momentos un trasplante de hígado. El hígado cuando es extraído del donante o en el caso de que sea por un secuestro o lo que sea, necesita una preservación, no es quitarlo, hay que saberlo también poner, porque tiene que ser un cirujano especializado en trasplante hepático, no es un cirujano general", indicó.

Sostuvo que un órgano extraído (como el hígado) necesita ser preservado inmediatamente en una solución especial que solo es vendida a hospitales preparados para trasplantes.

Mitos que afectan la donación

El doctor lamentó que la circulación de informaciones falsas sobre el supuesto tráfico de órganos afecte la disposición de las familias a autorizar donaciones.

“Eso es un mito. Aquí no se raptan personas para sacarles los órganos ni venderlos. Y cuando esos rumores se difunden, empeoran la disposición de los familiares de posibles donantes”, advirtió.

De su lado, José del Carmen Caraballo, encargado del Departamento de Coordinación Hospitalaria del INCORT, explicó que solo cuando un cuerpo mantiene condiciones clínicas estables puede trasladarse al quirófano para la extracción de órganos, en un ambiente controlado y con un equipo quirúrgico completo.

"En esos casos, explicó, debemos regresar con el cuerpo a la morgue; los órganos ya no sirven porque, al detenerse el corazón, cesa la oxigenación que los mantiene en buen estado”.

Por eso, añadió, resulta imposible pensar que en una casa, finca o lugar improvisado alguien pueda realizar un trasplante: “no solo sería un asesinato, sino que los órganos no resistirían sin las condiciones médicas necesarias”.

El especialista explicó que en el país no existe ningún tipo de red de robo o tráfico de órganos como se ha difundido en ciertos medios o redes sociales. “Ustedes tienen que formar parte de la verdad”, dijo. “No se roba ningún órgano, nada de eso es real”.

Agregó que, en los casos de trasplantes, todo se realiza dentro de un marco médico, legal y ético muy estricto. El médico insistió en que la única posibilidad de intercambio irregular sería entre personas que, de forma individual, llegaran a un acuerdo privado, algo que el sistema nacional de trasplantes trabaja arduamente para evitar.

Protocolo de donación y control del INCORT

El INCORT aplica un protocolo riguroso en los casos de donantes vivos. Tanto el donante como el receptor son entrevistados por separado y, si surgen dudas, personal especializado investiga su entorno familiar y social.

Caraballo destacó que incluso cuando los donantes vivos no tienen relación familiar, los casos deben ser evaluados por el Consejo Nacional de Trasplantes, presidido por el ministro de Salud. “Todo se hace dentro de un marco legal y ético muy estricto, con la participación de diversas instancias”, señaló.

El caso Carla Massiel y el impacto de la desinformación

Los médicos abordaron también el caso de la niña Carla Massiel Cabrera, desaparecida en junio de 2015, uno de los episodios que más afectó la percepción pública sobre la donación de órganos.

Yolanda Cabrera, madre de la menor desaparecida. Hoy/Pablo Matos 14-08-2015

En ese momento, los acusados Dawin Trinidad Infante y Juan Cabral Martínez aseguraron falsamente que la menor había sido secuestrada para extraerle los órganos por encargo de Liliana Santana, versión que más tarde fue descartada por el Ministerio Público.

Meses después, Trinidad condujo a las autoridades hasta el lugar donde enterró el cuerpo, y las investigaciones determinaron que la niña fue víctima de rapto, violación y asesinato, sin relación alguna con extracción de órganos. En 2018, ambos hombres fueron condenados a 30 años de prisión y obligados a pagar una indemnización de RD$2 millones a la familia.

El director del INCORT, José Juan Castillo Almonte, recordó que durante la cobertura del caso se llegó a especular sobre la supuesta implicación de médicos.

“Si realmente hubiera habido un rapto para sacar órganos, el primero que debieron investigar era el doctor Jiomar Figueroa, que entonces era el único cirujano de hígado del país”, comentó en tono irónico.

Castillo Almonte aseguró que todo fue resultado de una confusión alimentada por la desinformación y destacó que, para evitar estos errores, el INCORT firmó un acuerdo con el Colegio Dominicano de Periodistas con el fin de promover información verificada sobre donación y trasplantes.

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Katherine Nicole Espino Cuevas. Periodista, locutora profesional y CMM. Máster en Comunicación Política Avanzada por Next Educación (Madrid). Amante de la escritura bien hecha, las historias con sentido humano y las causas sociales. Creo en la comunicación con propósito, en los valores y en...

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