En los últimos días se han producido manifestaciones que deben llamar la atención, no solo de la clase política, sino también de todos los sectores.

En la sociedad se ha desarrollado un ambiente de empoderamiento caracterizado por protestas cívicas que tienen que ser atendidas.

El hecho de que sectores pudientes y marginados coincían en el mismo clamor por respuestas sobre lo ocurrido en las elecciones municipales evidencia que hay preocupaciones comunes, sin importar las clases sociales.

Los “cacerolazos” son escuchados en barrios de la clase alta, en los lugares medios ingresos y en los barrios marginados con la misma intensidad, en una misma voz y en una misma dirección. Hay que poner oído a estas quejas tan sistemáticas.

Sin contaminación
Los promotores de las protestas frente a la sede de la Junta Central Electoral no quieren la presencia de políticos en su jornada de lucha, ya que el objetivo de la manifestación puede ser malinterpretado y también sacado de contexto.