La no elección del exboxeador Joan Guzmán al Salón de la Fama del deporte dominicano es un abuso y una desconsideración que no tiene precedentes. A toda persona que consulto sobre los criterios con los que se seleccionan a los atletas dominicanos me dicen desconocerlos, entonces así es muy difícil.

Podría ser esa falta de criterios por la que nadie en este país entendió que se escogiera a la extenimesista Nieve Xue Wu por encima de Guzmán. Las carreras de esos dos exatletas no se parecen.

Con eso no estoy diciendo que la nacida en la República Popular China y nacionalizada dominicana no hiciera un gran trabajo para el país desde los Juegos Panamericanos, que se celebraron en el país en 2003, cuando se conoció junto al también nacionalizado Luis Lin Ju .
Joan cumplió con una carrera muy completa, tanto en aficionado como profesional.

Tuvo la distinción de entregar al país la primera medalla de oro en Juegos Panamericanos, la cual llegó en Mar del Plata, en 1995, luego de 40 años de participación en ese evento.
También fue campeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Ponce en 1993, así como en varios campeonatos internacionales.

En su carrera como aficionado u olímpico tuvo récord de 310-10, algo sencillamente excepcional. Luego en su paso por el boxeo profesional tuvo récord de 33 victorias, solo una derrota y un empate.

De sus victorias, 20 fueron por la vía del nocaut. Su única derrota fue frente al ruso Khabib Allakhverdiev y cayó en las tarjetas de los jueces por decisión técnica luego de ocho asaltos, por haber sufrido una doble fractura en su mano derecha y en la parte baja de su rodilla izquierda.

En su gran carrera de Guzmán se incluye haber sido campeón del peso supergallo y super pluma de la Organización Mundial de Boxeo.

Esos logros Joan los sustenta con un gran comportamiento, que incluye ser muy altruista en su querido barrio Guachupita. En la actualidad está creciendo como entrenador en los Estados Unidos. Señores, directivos del Salón de la Fama, ¡basta ya de injusticia!