Islamabad.-Más de 100,000 personas fueron evacuadas ayer de una ciudad en Pakistán por riesgos de nuevas inundaciones, un mes después del comienzo de esta catástrofe que agudizó la desconfianza de la población hacia el Gobierno, entre temores de disturbios.
En la mayor parte de las regiones afectadas, las aguas se retiran progresivamente a medida que las lluvias disminuyen, pero las consecuencias sociales y políticas del desastre pesarán sobre la estabilidad de este país de 167 millones de habitantes, que ya está en guerra contra el islamismo radical.
Los habitantes de la ciudad de Shahdadkot, en la provincia de Sind (sur), fueron evacuados por precaución durante la noche debido al desborde de los afluentes del río Indus, informaron las autoridades.
Tratamos de proteger la ciudad de Shahdadkot (100.000 habitantes), amenazada por la creciente de las aguas, declaró Jam Saifula Dharejo, ministro provincial de Irrigación en Karachi, capital de Sind.
La mayoría de los habitantes de la ciudad y sus suburbios está en zonas seguras, dijo el funcionario, añadiendo que varias aldeas aledañas están inundadas. Hasta el momento no se registraron víctimas en la zona, precisó.
Los violentos aludes de lodo que arrasaron buena parte del país desde finales de julio causaron la muerte a unas 1,500 personas y dejaron cerca de 20 millones de damnificados. Millones de personas sin hogar deambulan por las carreteras del país.
En Muzaffargarh, uno de los distritos más afectados del sur de Punyab, las personas bloquean las carreteras y asaltan los camiones de ayuda alimentaria, explicó Jamshaid Dasti, del Partido del Pueblo de Pakistán.