Santo Domingo.- Dos de los principales candidatos presidenciales tienen largo historial como empresarios, sin embargo pese al esfuerzo que ambos han hecho por no ligar sus actividades empresariales con la campaña, sus empresas han sido arrastradas al proselitismo y debates propios de estos procesos.
Gonzalo Castillo y Luis Abinader encabezan las boletas presidenciales de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno, ambos provenientes del sector empresarial como sus actividades económicas originarias.
Castillo es fundador de una empresa de transporte aéreo Helidosa y la de servicios de emergencias aéreo, Aeroambulancia y más recientemente incursiona en el mundo turístico con la construcción de un proyecto hotelero en su natal Barahona.
Luis Abinader viene de una familia de tradición política y empresarial ya que su padre, Josér Rafael Abinader, fue un activo dirigente del Partido Revolucionario Dominicano y simultáneamente fundador de la Universidad O&M, una fábrica de cemento e incursionó también en el sector turístico.
Pues ambos candidatos están viendo como sus empresas están siendo objetivos de ataques en esta coyuntura electoral y en el rol que han jugado las mismas en medio de la actual crisis generadas por la expansion del nuevo coronavirus Covid-19.
Helidosa y Aeroambulancia
Gonzalo Castillo es el CEO y fundador de las empresas Helidosa Aviation Group y Aeroambulancia, que ofrecen servicio de transporte y emergencias aérea desde su fundación en 1992, sin embargo ahora sectores opositores cuestionan sus relaciones comerciales con entidades públicas y los montos que factura.
En medio de la actual crisis, se ha cuestionado que esas empresas se hayan sido utilizadas por Castillo, primero para traer al país a un grupo de estudiantes de medicina dominicanos que estaban en Cuba, imposibilitados de regresar al país por el cese de operaciones áreas entre ambas naciones como parte de las medidas adoptadas para contener la expansion del coronavirus.
Castillo también utilizó su empresa para traer al país pruebas rápidas de Covid-19 y materiales de protección compradas por su campaña para distribuir en el país.
Sus críticos le han señalado que el Gobierno ha articulado para que el candidato presidencial oficialista aparezca como un filántropo que está resolviendo situaciones, que al entender de sus adversarios son propias de las autoridades.
La Universidad O&M
La Universidad O&M, propiedad de la familia del candidato presidencial por el opositor Partido Revolucionario Moderno, empieza a ser colocada en el ojo del huracán del actual estado de emergencia.
La campaña inició por las redes sociales cuando personas vinculadas a organizaciones adversarias al candidato presidencial perremeista, Luis Abinader, empezaron a cuestionar que la universidad O&M no hiciera contribuciones económicas para sustentar planes sociales a favor de los afectados por las disposiciones gubernamentales para contener la expansión del virus.
La acción se ha extendido al nivel de que está en marcha se han una campaña utilizando estudiantes de la universidad para reclamar que esa universidad exonere a los estudiantes del pago de las últimas cuotas correspondiente al cuatrimestre en curso.
El grupo que motoriza esa acción también ha aprovechado la situación para criticar a la universidad y ha puesto a circular una documento en el que pide “actualizar, mejorar y poner en marcha lo que es la plataforma digital, ya que esta no se está compartiendo lo que es las clases virtuales”, “mejorar la higiene de los baños y tenerlos con los recursos primordiales, como les el agua, jabón y papel higiénico”, “darle mantenimiento a las aulas y las butacas ya que la mayoría de los edificios están en pésimas condiciones y las butacas están en mal estado”, y “poner más atención en lo que es el área de servicio al cliente puesto que el servicio que recibimos no es eficiente ni obtenemos respuestas”.
La respuesta de O&M
Ante esta situación, el Consejo Docente del centro de educación superior reaccionó haciendo una signosis de su historial, señalando que como parte de su compromiso social ha tenido largos períodos de tarifas congelas y afirma ser la única universidad que no cobra en bloque la matrícula de los períodos académicos (en este caso cuatrimestres).
La Universidad dispuso que las dos últimas cuotas de este período que debieron pagarse en marzo y abril, podrán pagarse a finales de abril sin recargos, pero vincula la campaña que se ha desatado en su contra a que la misma es propiedad de la familia del candidato presidencial opositor.
“Hemos sido testigos en las ultimas semanas y días como una intensa campana con el objetivo de afectar la imagen de la Universidad se ha desatado en las redes sociales aprovechando el sentimiento y necesidad provocada por las actuales circunstancias. Esta campana dirigida por nacionales y extranjeros contratados para tal fin, continuara en las próximas semanas”, denuncia la universidad.
En la comunicación dirigida a su comunidad estudiantil , el Consejo Académico señala que “todas la ejecutorias institucionales han sido logradas sin ayudas estatales, sin subvenciones, sin donaciones. Inclusive esta Universidad no hace uso de las exoneraciones que como institución de educación superior le autoriza la ley vigente”, indica la universidad en una comunicación dirigida a sus estudiantes.&M