
Santo Domingo.- Dos de los principales candidatos presidenciales tienen largo historial como empresarios, sin embargo pese al esfuerzo que ambos han hecho por no ligar sus actividades empresariales con la campaña, sus empresas han sido arrastradas al proselitismo y debates propios de estos procesos.
Gonzalo Castillo y Luis Abinader encabezan las boletas presidenciales de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno, ambos provenientes del sector empresarial como sus actividades económicas originarias.
Castillo es fundador de una empresa de transporte aéreo Helidosa y la de servicios de emergencias aéreo, Aeroambulancia y más recientemente incursiona en el mundo turístico con la construcción de un proyecto hotelero en su natal Barahona.
Luis Abinader viene de una familia de tradición política y empresarial ya que su padre, Josér Rafael Abinader, fue un activo dirigente del Partido Revolucionario Dominicano y simultáneamente fundador de la Universidad O&M, una fábrica de cemento e incursionó también en el sector turístico.
Pues ambos candidatos están viendo como sus empresas están siendo objetivos de ataques en esta coyuntura electoral y en el rol que han jugado las mismas en medio de la actual crisis generadas por la expansion del nuevo coronavirus Covid-19.
Helidosa y Aeroambulancia
En medio de la actual crisis, se ha cuestionado que esas empresas se hayan sido utilizadas por Castillo, primero para traer al país a un grupo de estudiantes de medicina dominicanos que estaban en Cuba, imposibilitados de regresar al país por el cese de operaciones áreas entre ambas naciones como parte de las medidas adoptadas para contener la expansion del coronavirus.
Castillo también utilizó su empresa para traer al país pruebas rápidas de Covid-19 y materiales de protección compradas por su campaña para distribuir en el país.
Sus críticos le han señalado que el Gobierno ha articulado para que el candidato presidencial oficialista aparezca como un filántropo que está resolviendo situaciones, que al entender de sus adversarios son propias de las autoridades.
La Universidad O&M
