El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, aseguró este miércoles que tiene las «manos limpias» en el caso de los sobornos pagados por la brasileña Odebrecht en su país, durante una larga y tensa comparecencia voluntaria en el Congreso.
“No tengo nada que ocultar. Mis manos están limpias”, dijo Glas en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, a la que acudió un numeroso público oficialista.
Dijo: “No hay una sola prueba en mi contra de absolutamente nada. Mi patrimonio es donde vivo, la camioneta que manejo. Vivo de mi salario y el de mi esposa”.