- Publicidad -

- Publicidad -

El valor de la prevención

Hemos tenido muchos noviembres sin inundaciones urbanas de esas que inmovilizan ciudades, pero dos han sido suficientes para sentar el temor de que algo pueda pasar con las lluvias en estos días.

En las comunidades rurales de hace algunas décadas esa fama era de octubre, a tal punto que los agricultores se cuidaban de que sus sembrados no tuvieran frutos en sazón para ese mes, convencidos de que todo podía podrirse por las lluvias consecutivas. “Octubre todo lo pudre” decía el refrán que recogía aquella sabiduría vernácula.

Este mes ha entrado ya en su último tercio, así que a finales de la semana que viene tendremos a noviembre con nosotros, un mes que en dos años consecutivos, 2022 y 2023, paralizó al Gran Santo Domingo durante horas con inundaciones que costaron la vida a decenas de personas y causaron daños materiales de consideración.

Meteorólogos prevén un final de 2025 de condiciones climáticas particulares por los efectos del fenómeno La Niña, responsable de una carga de humedad excepcional en la región centroamericana y caribeña a pesar de que su origen se encuentra en el océano Pacífico.

Ahora mismo tenemos sobre nosotros un ambiente de lluvia por los efectos de una onda tropical muy activa bajo el litoral sur y los de un sistema frontal temprano.

Como consecuencia de estos meteoros, desde el Indomet ha sido hecha una advertencia sobre la saturación de los suelos producida por lluvias recientes. Si la tierra está cargada de humedad y tenemos lluvias abundantes y consistentes, los riesgos de inundaciones, derrumbes y crecidas en cursos de agua se multiplican.

Por suerte una parte significativa de la población conserva el interés en las informaciones sobre el clima, particularmente las que se originan en los organismos oficiales especializados.

La prevención personal vale mucho frente a estos fenómenos naturales.

Etiquetas

Artículos Relacionados