El terremoto de La Atlántida

El terremoto de La Atlántida

El terremoto de La Atlántida

Osiris de León

El gran filósofo griego Platón asevera en sus diálogos de «TIMEO» y «CRITIAS» que la historia de La Atlántida, cuyo apogeo ocurrió supuestamente unos 9,500 años antes de Cristo, le fue relatada por el sabio legislador griego Solón (640 a.C – 558 a.C) quien a su vez la recibió de un sacerdote egipcio que narraba hechos ocurridos 9,000 años antes.

En el relato de «CRITIAS», escrito por Platón cerca del año 360 antes de Cristo, CRITIAS dice que «los libros relatan cómo la antigua Atenas destruyó a un poderoso ejército, que, partiendo del océano Atlántico, invadió a Europa y Asia en una época en que se podía atravesar este océano y donde había una isla, situada frente al estrecho llamado Las Columnas de Hércules (hoy estrecho de Gibraltar), la cual era más grande que Libia y Asia, juntas».

En el diálogo de Platón, CRITIAS narra que «en esta isla Atlántida los reyes habían creado un gran poder que dominaba en la isla entera, así como sobre muchas otras islas y hasta en muchas partes del continente. Además, en nuestros países, más acá del estrecho, ellos eran dueños desde Libia hasta Egipto, y en la Europa hasta La Tirrenia (Italia)».

CRITIAS continuó el relato diciendo que «este vasto poder, reuniendo todas sus fuerzas, intentó un día someter a nuestro país, y a todos los pueblos situados de este lado del estrecho (de Gibraltar). Y fue cuando vuestra ciudad hizo brillar su valor y su poder».

«CRITIAS completó el relato diciendo que «en los tiempos que siguieron a éstos, grandes temblores de tierra (terremoto) dieron lugar a inundaciones (maremoto); y en un solo día, y en una sola noche fatal, la tierra se tragó a todos vuestros guerreros, la isla Atlántida desapareció entre las aguas, y por esta razón hoy no se puede recorrer ni explorar este mar, porque se opone a su navegación un insuperable obstáculo, una cantidad de fango, que la isla ha depositado en el momento de hundirse en el abismo.»

Quienes para entonces vivían en Grecia, en Roma, en Egipto, en Anatolia (Turquía) y el resto del mar Mediterráneo, habían sufrido los devastadores efectos producidos por los terremotos sobre las frágiles construcciones pétreas levantadas sobre suelos costeros blandos, ya que el Mediterráneo es una franja sísmicamente activa, y esas pasadas experiencias sísmicas ayudaron a construir el mito de La Atlántida hundida en un abismo marino.

Algunos exploradores afirman haber encontrado al norte de la isla de Cuba, a unos 700 metros de profundidad en el fondo del océano Atlántico, restos de la legendaria Atlántida, sin embargo, los conocimientos modernos de geotectónica y sísmicidad nos demuestran que los grandes terremotos, seguidos de inundaciones por maremotos, se generan en las zonas de subducción, donde una placa tectónica penetra por debajo de otra placa superior, y que en esas franjas ningún terremoto puede hundir un segmento de corteza terrestre litoral más allá de unos pocos metros.

Cuando durante años los empujes de una placa tectónica la deslizan por debajo de otra placa, llega un momento en que se traba, se pliega, y empuja la placa superior hacia arriba, levantándola unos pocos metros, y cuando el empuje supera el límite de resistencia de la roca, ésta se rompe, produciendo el gran terremoto que devuelve el segmento levantado a su posición inferior original, el cual puede quedar ligeramente hundido en el mar si estaba a pocos centímetros por encima del nivel del mar, pero se descarta el mito de que un terremoto pueda hundir una ciudad hasta 700 metros de profundidad marina.



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