Con este se puede medir varios aspectos como autonomía, pertenencia, creatividad, dirección, disfrute, inspiración, etc.
Santo Domingo.-Estamos en un tiempo donde las personas de todas las edades, muy especialmente los millenials, buscan un empleo que les rete, que tengan un propósito o misión que los haga sentir orgullosos y espacios que consideren sus puntos de vista.
La gente de hoy busca autorrealización más que nunca; disfrute, tiempo para hacer sus cosas personales y profesionales, o sentirse que tiene una vida, algo por lo que valga la pena vivir, no solo dinero y placer desmedido…. todos aprendimos a cuidar y a valorar más la salud, la vida, la familia, el trabajo, los amigos y a uno mismo.
Así lo asegura Miguelina Veras de Vargas, presidenta de la firma Macros Consulting, en gestión humana, líder en encuestas de sueldos y análisis salariales, al explicar la importancia del Indicador de Salario Emocional, el cual les permitirá conocer las necesidades que, sobre esta forma de retribución no monetaria, tienen los colaboradores.
La ejecutiva indica que esta herramienta es un medidor para conocer el grado en que está presente el salario emocional, no monetario, en las empresas, desde la mirada del colaborador.
Su finalidad es conocer a partir de su aplicación, las fortalezas que tiene la empresa en las compensaciones no monetarias que ofrece y cuáles son las brechas, a partir de la percepción del personal, que presenta a los fines de que con estas se elabore un plan de acción para ir cerrándolas y elevar los niveles de bienestar del colaborador.
Veras de Vargas destaca que ahora que se viven tiempos difíciles, los factores emocionales que condicionan el trabajo son cada vez más decisivos.
Agrega: “Todo lo que hemos vivido, en lo personal, o en lo social, o en ambas, nos ha movido a todos; las condiciones de vida laboral, personal, y con ella, todo lo que ha cambiado, ya sea porque perdimos el empleo, o por ausencia de familiares, amigos, o porque tenemos empleo, pero con mayor responsabilidad y menos ayuda, o porque hemos estado confinados, limitados o restringidos, esto ha alterado nuestro mundo emocional, sintiendo en muchos casos, no únicamente soledad, sino tristeza, nostalgia, y hasta depresión… o estados fuertes de ansiedad que han afectado todo nuestro mundo emocional y social”.
Un valor agregado
Por otro lado, refiere que un salario emocional alto puede compensar el salario económico bajo porque satisface necesidades que el dinero no logra, como la confianza, la flexibilidad, la autonomía, el balance familia-trabajo, con el tema de teletrabajo, o trabajo independiente o medido por resultados, así como necesidades de apoyo emocional, de diversión, de mejores planes de salud y ejercitación.
Los que se aplican
— Algunos ejemplos
Tarde libre por cumpleaños, horarios flexibles o por teletrabajo, o en base a resultados, sin necesariamente tener un horario, u horarios adecuados para mejorar las condiciones del trabajo, días libres compensatorios, etc.