El Retablo de San Andrés, belleza que impresiona

El Retablo de San Andrés, belleza que impresiona

El Retablo de San Andrés, belleza que impresiona

Aspecto general de la capilla, con el retablo al fondo. fotos cortesía de José Enrique Delmonte

Hacia finales del siglo X, los principales Centros Urbanos Europeos inician la práctica de trasladarse en grupos, algunos equipados con armamentos para la defensa, o ataques circunstanciales, que pudieran encontrar por los caminos y veredas del mundo medieval.

Estos desplazamientos podrían responder a necesidades de avituallamientos, expansión de territorios o motivos religiosos tales como Jerusalén, al oriente o la tumba de Santiago de Compostela, en el extremo noreste del territorio europeo. Estos desplazamientos incluyen a Las Cruzadas, en tiempos mas cercanos de nuestra historia.

Impresionante

El magnífico retablo, recamado en oro.

Lo verdaderamente importante consiste, en la religiosidad de las personas que constituyen estas multitudes, en dónde la mayoría se destacaban por ser bautizados católico-romanos; esta es la razón por la cuál en estos grupos viajaban, del mismo modo sacerdotes y obispos para la celebración de oraciones, sacramentos y fundamentalmente la eucaristía, que en múltiples ocasiones se celebraba varias veces en una semana.

Muy pronto se presentó el problema de definir un espacio laico y otro religioso en medio de la naturaleza, casi sin límites horizontales y sin cubiertas o techos para limitar el espacio.

Por fortuna, se sugirió una solución práctica, fácil de realizar y fácil de transportar en cualquier circunstancia: el biombo, constituido por tres, cinco, o siete lados o paneles unidos por bisagras. Paneles sin decoración en principio, pero decorados con dibujos, pinturas o bajo-relieves, posteriormente, y de muy fácil transportación, cerrando en uno, los paneles del biombo.

Dibujo y pintura
El tema del dibujo y pinturas, son tomados del repertorio cristiano, destacándose ‘La trinidad’, ‘La Virgen María’, ‘El nacimiento de Cristo’ y un largo etcétera, del mismo modo, las técnicas para realizar las imágenes: acuarelas y óleos preferentemente.

Un detalle interesante. Después de varios años de usar este retablo al aire libre se reflexionó sobre la posibilidad de construir un retablo al interior de un templo, seleccionando el espacio detrás del altar para mantener el mismo sentimiento religioso del retablo portátil, y así quedó definido hasta nuestros días, pasando por un período de tiempo de casi diez siglos, desde la aparición del retablo hasta la actualidad.

El retablo, hoy, es sin lugar a dudas la pieza de arquitectura y artes, más importante del templo contemporáneo, puede estar constituido de los más variados materiales.

Desde la madera original hasta mármoles y piedras duras de gran valor material. Casi siempre está combinado con bronces, oro y demás piedras duras, como las piedras preciosas que se engarzan en las piedras naturales, con valor de joyería.

Diseño actual
Finalmente, el retablo hoy puede ser razonablemente diseñado en función de los espacios interiores y los ‘temas’ en que está constituido el retablo.

La base del retablo tiende a ser de la misma altura del altar principal del templo y la parte superior a dividirse en sentido horizontal y vertical, denominándose ‘calles’ las divisiones horizontales y las verticales en ‘avenidas o secciones’.

Durante los períodos Barrocos y rococó, los retablos terminan con un coronamiento denominado peineta, que viene a ser una serie de llamas de fuego en movimiento horizontal y ascendente, que imprime un gran movimiento a la imagen del retablo.

Retablo de San Andrés
El retablo de la Capilla de San Andrés, en el Hospital Padre Billini, es de origen colonial hispánico, y viene a ser la zona más antigua y mejor conservada del conjunto arquitectónico.

Es considerado el más bello y mejor terminado del repertorio de retablos en los templos de la vieja Ciudad Colonial.

Está dedicado a Jesús crucificado, pero la cruz y el crucificado son exentos del conjunto del gran retablo, que posee en su centro geográfico una horadación que permite contemplar la crucifixión en un plano posterior al retablo, llegando la cruz a estar sostenida desde la pared, produciendo un gran sentido de realismo como consecuencia del cambio de planos.

Sobre el pináculo
En un pequeño espacio, sobre el pináculo del retablo, aparece una pequeña imagen en madera policromada, San Andrés, a quién va dirigida la capilla y el retablo, del mismo modo aparece su nombre escrito para dar mas importancia al santo, que en verdad resulta muy pequeño en dimensiones, en medio de un gran retablo.

Importante detalle
Uno de los detalles más importantes del centro del retablo, consiste en dos grandes figuras quiméricas, situadas a ambos lados de la horadación central, resultan ser dos divinidades quiméricas de la naturaleza, capaces de convertirse de personas en vegetación natural, vegetación esta que va desarrollándose y ocupando los espacios libres, con volutas y contravolutas en madera terminada con ‘pan de oro’ y contenidas finalmente por un par de columnas a escala ‘divina’ que contienen a todo el retablo apoyado sobre una base a la altura del altar central, exento del retablo mismo.

Hermoso e impresionante desde cualquier punto de vista.

Detalles

—1— San Andrés
La tipología de este retablo es única en la ciudad capital de América, pues su estilo corresponde al rococó más antiguo de la misma.
—2— Colonial isleño
Está limitado hacia lo alto, por medio de una Peineta Flamígera, que aporta el sentido de movimiento propio del barroco colonial, obra de arte magna del repertorio del arte colonial isleño y antillano.

*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS, CÉSAR IVÁN FERIS IGLESIAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA



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