El problema social y ambiental de la crecida del lago Enriquillo
En varias ocasiones hemos dicho y escrito que el lago Enriquillo, el lago Sumatra y la laguna de Cabral son los tres lagos remanentes de un antiguo canal marino que comunicaba a la bahía de Neiba con la bahía de Puerto Príncipe, en un pasado geológico en que la sierra de Bahoruco era una alargada isla calcárea separada del resto de la isla Hispaniola.
Es muy bien conocido que el lago Enriquillo recibe grandes caudales subterráneos provenientes de los manantiales de Las Barías, en La Descubierta; Boca de Cachón, al noreste de Jimaní; La Zurza, al oeste de Duvergé, y Las Marías, al este de Neiba, del mismo modo que recibe caudales superficiales del río Las Damas, río Barreras, río Bermesí, río Panzo, río Guayabal y los canales de riego de su extremo oriental. Todos con caudales muy variables que dependen del régimen pluviométrico estacional y que en estos últimos años han totalizado más de 1,100 millones de metros cúbicos anuales.
Dijimos que el lago Enriquillo, por ser una cuenca endorreica que hoy está 36 metros por debajo del nivel medio del mar, sólo puede perder agua mediante el proceso de evaporación, y que al tener una superficie cercana a los 300 kilómetros cuadrados, es decir, unos 300 millones de metros cuadrados, y cada metro cuadrado evapora anualmente unos 2,500 milímetros, o sea, unos 2.5 metros de columna de agua, permite que el lago evapore alrededor de 750 millones de metros cúbicos de agua anualmente.
Expresamos que las fuertes precipitaciones pluviales caídas sobre la región suroeste del país durante el paso de la tormenta Noel, a finales de octubre de 2007, descargaron 700 milímetros de lluvias en apenas 5 días, en un valle donde la precipitación promedio es del orden de los 450 milímetros anuales, lo que provocó una gran escorrentía de los ríos que drenan hacia esos lagos y una sustancial recarga de los acuíferos cavernosos de las sierras de Neiba y de Bahoruco, acuíferos que drenan, subterráneamente, parte de sus aguas hacia estos lagos.
Dijimos que siempre que la recarga neta anual del lago Enriquillo sea superior a los 750 millones de metros cúbicos anuales, como ha sido en estos años, entonces el nivel del lago va a subir y va a recuperar los espacios y las tierras vecinas que siempre le han pertenecido, desde mucho antes de que el ser humano habitara por primera vez sobre esas tierras inhóspitas. El lago no ha invadido las tierras de la gente. Es la gente la que ha invadido las tierras del lago.
En muchos programas de radio y de televisión dijimos que debíamos tener cuidado al decir que el incremento del nivel del lago Enriquillo se debía fundamentalmente a los aportes del río Yaque del Sur, y al deterioro de las obras hidráulicas que sirven de control de avenidas en la zona, porque eso no se corresponde con el patrón hidrogeológico regional, ya que si se desviara por completo el río Yaque del Sur, el lago seguiría subiendo en la misma proporción en que los caudales subterráneos regionales siguieran siendo superiores a lo normal, fruto de las lluvias que recargaron los acuíferos vecinos. El paso del tiempo nos ha dado la razón.
La mejor demostración de todo ello es que en los últimos años el lago Sumatra, el cual estaba en la cota 15 m.s.n.m.[EL1] , ha subido casi a la cota 20 m.s.n.m., es decir, ha subido poco más de 4 metros, al igual que el lago Enriquillo, el cual ha subido desde la cota menos 40 metros hasta casi la cota menos 35 metros, y no hay forma posible de que el río Yaque del Sur suba sus aguas hasta el lago Sumatra, cuyo nivel superior sigue estando 55 metros más alto que el nivel del lago Enriquillo.
También dijimos que era necesario tener cuidado al decir que el incremento del nivel del mar, fruto del derretimiento de glaciares polares, es el responsable del incremento del nivel de los lagos Enriquillo y Sumatra, porque si el lago Sumatra y el lago Enriquillo han estado subiendo en igual proporción, cómo explicar el incremento del nivel del lago Sumatra el cual hoy está 19 metros más alto que el mar?, y si el nivel del mar hubiese subido tanto como para inundar el lago Sumatra, entonces ya todas las playas dominicanas y ciudades costeras habrían desaparecido.
Decir que la entrada de sedimentos al lago Enriquillo es lo que produce el incremento del nivel del lago es un absurdo geológico, porque las sierras de Neiba y de Bahoruco se caracterizan por la presencia de rocas calizas litográficas cuyos aportes de sedimentos son mínimos, y si estas sierras aportaran tantos sedimentos como para llenar el lago Enriquillo, entonces el lago hubiese estado lleno de sedimentos desde hace cientos de miles de años, y hubiese desaparecido por colmatación antes de que el hombre comenzara a habitar sobre la faz de la tierra.
Tampoco debemos decir que las fallas tectónicas regionales que definen el graben del lago Enriquillo se han abierto después del terremoto de Puerto Príncipe y han permitido que el agua del lago Sumatra fluya subterráneamente hacia el lago Enriquillo, porque entonces el lago Sumatra habría bajado de nivel mientras el lago Enriquillo habría estado subiendo permanentemente de nivel, en una trasferencia de caudales, y lo cierto es que ambos lagos han subido simultáneamente.
De igual modo, decir que la pequeñita y poco profunda laguna de Caimán, de apenas 4 kilómetros cuadrados, ubicada al noroeste del lago Sumatra, es la responsable del crecimiento desmedido de los grandes lagos Sumatra y Enriquillo es no tener idea de los reducidos volúmenes de agua que recibe esta lagunita de Caimán, ni de los grandes volúmenes de agua que reciben y almacenan los lagos Sumatra y Enriquillo, porque el lago Sumatra es 25 veces más extenso que la laguna de Caimán y el lago Enriquillo es 75 veces más extenso que dicha laguna, es decir que ambos lagos juntos totalizan un área que es cien veces mayor que el área de la laguna de Caimán.
Tampoco debemos pensar que los lagos Sumatra y Enriquillo se van a unir, porque el lago Sumatra está a casi 20 metros por encima del nivel del mar, y está a 55 metros por encima del nivel del lago Enriquillo, y si el lago Sumatra siguiera creciendo indefinidamente entonces alcanzaría la cota 32 msnm, inundaría la parte baja de la ciudad de Jimaní, y descargaría sus aguas excedentes hacia el lago Enriquillo; y si el lago Enriquillo continuara subiendo indeteniblemente, entonces llegaría un día en que alcanzaría un nivel superior a los 8 metros sobre el nivel del mar y a partir de ese momento descargaría sus aguas hacia el mar, mientras el lago Sumatra seguiría en la cota 32 msnm.
Si lo anterior ocurriese en un ejercicio futurista, entonces se inundaría toda la comunidad de Boca de Cachón, la cual está a 28 metros por debajo del nivel del mar, y las áreas bajas de Duvergé, Vengan a Ver, Las Baitoas, Villa Jaragua y Mella, que estén por debajo de los 8 msnm; pero La Descubierta, Postrer Río, Neiba, Galván, Angostura, Las Salinas y Cabral nunca se inundarían.
Siempre que el lago Enriquillo reciba un caudal superior a 750 millones de metros cúbicos por año ha de subir de nivel, y siempre que el lago Sumatra reciba un caudal superior a 288 millones de metros cúbicos anuales ha de subir de nivel, indistintamente de cualquier teoría, porque estos lagos solamente suben cuando les entra más agua de la que evaporan.
El lago Enriquillo siempre ha tenido períodos de crecimiento vinculados a fenómenos meteorológicos como huracanes y tormentas que han aportado grandes caudales superficiales y subterráneos, y luego ha tenido períodos de descenso vinculados con largas sequías regionales, pero siempre recupera su espacio.
La solución a este grave problema hídrico regional del lago Enriquillo, el cual preocupa al gobierno y al país, especialmente a las gentes que viven en sus alrededores y que hoy ven sus casas, carreteras y parcelas totalmente inundadas, es reubicar a los agricultores, a los ganaderos y a los habitantes de la zona fuera de la franja de inundación máxima del lago, por encima de la cota 10 msnm, preferiblemente en la zona de El Limón de Jimaní y en la zona Tamayo-Galván.
Ante este grave problema social y ambiental debemos comprender que hoy sólo tenemos dos opciones: o reubicamos los lagos, o reubicamos a la gente; y si no es posible reubicar los lagos, entonces la lógica nos dice que debemos reubicar a la gente, ya que las fluctuaciones de los lagos van a seguir de forma permanente.
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