El Papa León XIV explica por qué eligió ese nombre

Inspirado por la justicia social y los desafíos de la inteligencia artificial, semejante a la Revolución Industrial
Ciudad del Vaticano.– El nuevo Papa, León XIV, explicó que eligió ese nombre pontificio como un homenaje directo a León XIII, el pontífice que a finales del siglo XIX afrontó los efectos de la primera revolución industrial desde una perspectiva de fe y justicia social con la emblemática encíclica Rerum Novarum.
“El nombre León XIV no es una coincidencia ni una elección simbólica vacía”, dijo el Papa Prevost. “Es una declaración de continuidad y compromiso con la dignidad humana, el trabajo y la justicia. Hoy nos enfrentamos a una nueva revolución industrial, impulsada por el desarrollo vertiginoso de la inteligencia artificial, y la Iglesia está llamada a dar respuestas desde su rica tradición social”, afirmó en un encuentro sostenido con el Colegio Cardenalicio.
Durante su intervención en el Aula del Sínodo, León XIV subrayó que los principios de su pontificado estarán fundamentados en la verdad, la paz, la justicia y la fraternidad. Dijo que desea caminar guiado por el Concilio Vaticano II y recogiendo el “fuerte legado” del Papa Francisco, de quien resaltó la encíclica Evangelii gaudium como hoja de ruta para la conversión misionera, la sinodalidad, el cuidado de los más vulnerables y el diálogo valiente con el mundo contemporáneo.
“Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino”, exhortó, evocando el estilo sencillo y pastoral de Francisco.
En tono espiritual, León XIV citó el pasaje bíblico de Elías, diciendo que Dios no siempre se manifiesta en el trueno ni en el terremoto, sino en “una brisa ligera” o “una sutil voz de silencio”. Así definió el estilo que desea asumir en su papado: sobrio, humilde y atento al susurro de Dios en medio del ruido del mundo.
Finalizó citando a San Pablo VI, deseando que sobre el mundo entero pase “una gran llama de fe y amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad”.
Apoyo de cardenales
En este viaje, el Papa recién elegido pide ser acompañado por sus hermanos cardenales, para que le sostengan «a la hora de aceptar un yugo que evidentemente supera mis fuerzas y las de cualquier otro». Vuestra presencia me recuerda que el Señor, que me ha confiado esta misión, no me deja solo con la carga de esta responsabilidad. Ante todo, sé que cuento siempre con el auxilio divino y, por su Gracia y Providencia, con la cercanía de ustedes y de tantos hermanos y hermanas que en el mundo entero creen en Dios, aman a la Iglesia y sostienen con la oración y las buenas obras al Vicario de Cristo.
El Papa León dijo estar está profundamente agradecido de los cardenales, empezando por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, quien –dice– “merece un aplauso, al menos uno, si no más”. Su “sabiduría”, añadió, “fruto de una larga vida y de muchos años de fiel servicio a la Sede Apostólica, nos ha ayudado mucho en estos tiempos”. Gracias también al Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, Kevin Joseph Farrell, por “el precioso y exigente papel” que desarrolló durante el tiempo de la Sede Vacante y gracias a los cardenales que, por motivos de salud, “no han podido estar presentes y con vosotros me uno a ellos en la comunión de afecto y de oración”.
Citó a San Pablo VI
Para concluir su discurso, citó a otro Papa del pasado, San Pablo VI. León XIV hace suyas las palabras de Montini que en 1963 puso al inicio de su ministerio y relanza una particular esperanza a los cardenales:
«Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad, allanando los caminos de la colaboración recíproca y que atraiga sobre la humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios, sin cuya ayuda nada vale ni nada es santo».
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