RïO DE JANEIRO, Estado de Rio de Janeiro.-El papa Francisco resaltó este viernes el papel de los abuelos en la transmisión del «patrimonio de la humanidad y la fe que es esencial para toda la sociedad», a propósito de las fiestas de los padres de la virgen María.
Desde el balcón de la arquidiócesis de Rio de Janeiro, desde donde rezó el Angelus Domini frente a miles de personas, el pontífice de 76 años insistió en la importancia de la familia y los ancianos.
«Este diálogo entre las generaciones es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar. En estas Jornadas de la Juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos. Los saludan con todo cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente», expresó Francisco.
«¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!», añadió.
El papa destacó en la oración del Angelus que este viernes se celebra la «fiesta de los abuelos» representados en la iglesia en los santos Joaquín y Ana, los padres de la virgen María.
«En su casa creció acompañada por su amor y su fe, en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad.
Los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros», expresó.
Ya en un encuentro con jóvenes compatriotas de su natal Argentina, el jueves, el papa a la importancia de no excluir a los ancianos.
«No se metan con los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos (…) sepan que en este momento ustedes, los jóvenes, y los ancianos, están condenados al mismo destino: la exclusión», indicó entonces.
Francisco, el primer papa latinoamericano, que practica el contacto con el pueblo, se reunió con una representación de jóvenes del mundo y con presos, antes de recorrer esta noche en papamóvil la costanera de Copacabana para el Via Crucis, el camino de la Cruz, que representa los diferentes momentos vividos por Jesús desde que fue detenido hasta su crucifixión, donde se espera la asistencia de más de un millón de personas.