
La edificación fue construida en el siglo XVl, posiblemente durante el periodo en que el gobernador Nicolás de Ovando, repartió los solares alrededor de lo que sería la plaza central de la villa, destinados a funciones de la ciudad y viviendas de los principales habitantes.
Se atribuye su propiedad a Diego de Herrera.
Durante la ocupación haitiana, la residencia fue remodelada por encargo del general Gerónimo Máximiliano Borgellá, la mansión fue destinada a ser la casa de gobierno de los invasores haitianos.
El palacio es tal vez uno de los más emblemáticos significativos del centro histórico, debido a la imponente fachada que mira al actual parque Colón.
