Santo Domingo.-La falta de políticas claras está provocando que el monstruo de la violencia siga arropando la sociedad dominicana, que no tiene cubiertas sus necesidades más básicas.
Expertos en materia de salud mental indican que si les falta educación, techo seguro, agua potable y una mejor calidad de vida, el ser humano no puede tener crecimiento del pensamiento y por tal razón continua sumergido en una visión primitiva.
Secundino Palacios, psiquiatra, dijo que hoy día no existen políticas públicas en ninguna dirección que permitan ir en ayuda de la población.
Dijo que no quería ser catastrófico, pero que la tendencia es a que la violencia se acentúe.
Aquí hay varios ministerios, de Salud, Juventud, Educación, Mujer, y no hay un solo que tenga políticas públicas dirigidas hacia esa problemática, absolutamente ninguna, incluyendo la Dirección de Salud Mental, dijo.
El experto habló junto a otros especialistas de la salud mental en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Citó que en los últimos ocho años el titular de la dirección de Salud Mental, José Arismendy Mieses y Michel, nunca ha convocado a una reunión.
Mientras que Pedro Pablo Paredes destacó que el tema de la violencia debe ser trabajado desde las escuelas y los clubes sociales, porque esta se transmite de generación en generación.
Violencia en cifras
Los feminicidios, según proyecciones, seguirán la tendencia del aumento.
En 2010 fueron asesinadas 206 mujeres, en 2011 el número subió a 233 y este año, hasta el 23 de julio, van 118 casos, según datos suministrados por Carlos de los Ángeles.
Del total de feminicidios el 49% fue por motivos íntimos.
Dentro de las muertes violentas está el suicidio, homicidio, accidentes de tráfico y muertes accidentales o circunstanciales.
Las muertes violentas, en sentido general, son mil 192, de las cuales el 64% de ocurrió con un arma de fuego. El 25% fue por arma blanca, mientras que en el restante 11% se utilizaron otros métodos para quitar la vida.
El experto explicó que de tomarse en cuenta, los conflictos sociales producen más del 66% de las muertes, mientras que por la delincuencia es un 24%.
