El muro no resuelve el problema

El muro no resuelve el problema

El muro no resuelve el problema

A raíz de lo ocurrido en la frontera hace dos semanas en perjuicio del doctor Pedro Ureña y sus acompañantes por ciudadanos haitianos, en represalia por una motocicleta incautada a uno de ellos, muchas son las reacciones que se han producido en torno al hecho.

Políticos, legisladores, empresarios, representantes de la sociedad civil y comunicadores, se han referido al incidente, que ha reactivado los debates en torno al siempre delicado tema haitiano.

Todos han condenado la acción de la turba haitiana en contra de los dominicanos que hacían turismo interno por la frontera, al tiempo de reclamarle al Gobierno actuar con determinación ante las acciones de los haitianos en nuestro territorio.

El incidente en cuestión y las reacciones han valido para que quienes abogan por la construcción de un muro en la frontera no solo retomen su discurso, sino también consigan el apoyo de otros sectores.

Los defensores de que se construya un muro que divida la frontera dominico-haitiana aseguran que eso pondrá fin a la inmigración ilegal de ciudadanos haitianos, al tráfico de drogas, armas, bebidas alcohólicas,cigarrillos, perfumes y otras mercancías.

Soy de los que no veo la construcción de un muro como la solución de esos males, hay cuestiones propias de nuestro país que con muro o sin él, seguirán predominando en la frontera. Tal vez disminuyan, pero no desaparecerán.

Los niveles de corrupción, complicidad e impunidad existentes en nuestro país no garantizan que con un muro desaparezcan los problemas de la frontera. Así lo demuestran experiencias en otras naciones.

El problema haitiano es un negocio para muchos sectores que se benefician de todo cuanto ocurre en la zona fronteriza. Hablo de empresarios, industriales, productores agrícolas, constructores, militares, iglesias, ONG.

Esos sectores, primero se opondrán a la construcción de un muro, y si este finalmente se construye, harán todo cuanto esté a su alcance para que no afecte sus intereses. Además, quién lo va a construir, a qué costo, de dónde saldrá el dinero para ese muro.

Ese muro, no resuelve el problema. El problema se resuelve aplicando la ley de migración, haciendo efectivo el trabajo de nuestras Fuerzas Armadas, y acabando con la corrupción que impera allí, con la complicidad de funcionarios del Gobierno.

*Por Daniel Garcia Archibald



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