Con la acción del Ministerio Público ante la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís contra Quirinito, que cumplía condena por homicidio y un día resultó que “se había muerto”, las autoridades dejan abierta la posibilidad de restituirlo algún día al sistema carcelario dominicano, del que escapó, por lo visto, valiéndose de una cadena de complicidades.
De haber estado muerto por lo menos hubiera sido hallado el cadáver o la osamenta, pero del reo sólo ha quedado el nombre y el certificado de defunción expedido por un funcionario. Y ahora, desde luego, una celda que lo espera.