Dilenia Cruz
No es sólo quererlo, desearlo y trabajar para lograrlo también verlo, sentirlo, olerlo y creerlo desde el alma. La mente consciente dice que quieres lograr un objetivo, probablemente llevas años con el proyecto, trabajas duro para alcanzar el máximo rendimiento de ese proyecto, sin embargo no llegas al tope.
Hiciste tu plan de acción, lo revisas, sabes que le dedicas tiempo y esfuerzo, en cambio sigues arañando para subir medianamente a tu meta; cada vez parece que es más difícil. ¿Entonces cuál es la milla extra que no haz puesto en ese proyecto para lograr la satisfacción plena que mereces?
Quizás vienes de una historia personal o familiar donde lograr sobresalir y conquistar una meta de abundancia cuesta, donde pocos han podido sobresalir y florecer. De seguro en tu familia hay memorias de dolor relacionadas con quienes han logrado éxito en sus vidas.
Detente por un momento a observar qué cuenta tu historia familiar. Quizás tu alma no siente que tiene el permiso o el derecho a hacer, tener o lograr más que quienes vinieron primero. Quienes lo trataron antes pagaron un precio muy alto, tu inconsciente siente miedo al fracaso o quizás no siente merecerlo.
El 2024 es el momento perfecto para empezar a sanar esas memorias de dolor, frustración, fracaso, tristeza, rabia, culpa o cualquier otra emoción que te está limitando en la conquista de tu proyecto.
Ahora sal de tu propia vida por un momento, mirarla desde afuera; observa si esta conversación tiene sentido para ti.
Si visualizaste tu proyecto a futuro y a pesar de todo tu esfuerzo no estás realizad@, es tiempo de buscar y sanar el pasado. Es tiempo de pedir permiso a tu clan para vivir en abundancia y realización en honor a todos aquellos que no pudieron.
