El manejo de las emociones en Mediación Virtual y VI

El manejo de las emociones en Mediación Virtual y VI

El manejo de las emociones en Mediación Virtual y VI

Alexis Rafael Peña.

Como he narrado en las tres entregas del pasado 2020, el manejo de las emociones en la Mediación Virtual se caracteriza por su autenticidad de los actores del proceso (participantes, mediadores, profesionales del derecho, peritos), ya que las emociones son propias de los seres humanos. Así como los conflictos son inherentes a las personas.

En este 2021, las esperanzas de convivir en medio de esta crisis de salud es también parte de todas aquellas personas involucradas directa e indirectamente en un conflicto, tener la oportunidad de solucionarlo bajo la modalidad virtual es una oportunidad.

He ahí la importancia de la Mediación Virtual, desde la cual las personas tienen otra oportunidad de abordar sus conflictos por vía tecnología.

En donde la comunicación es la herramienta imprescindible para interactuar las impresiones de cada participante en un proceso de diálogo para la búsqueda de un consenso sostenible en el tiempo. Sobre todo, satisfactorio para las partes.

 La comunicación no violenta cuenta con 4 elementos fundamentales en donde se pretende tanto considerar una observación sin juzgar al otro/a.

La primera pondera la neutralidad de lo que se oye, escucha y se toca en el contexto del conflicto antes de tener la iniciativa de ir a un tribunal. En la que tenemos como oportunidad de separar las evaluaciones de las observaciones o viceversa.

La segunda consiste en reconocer los sentimientos que de primera mano, se convierte en un conflicto en una de las barreras de las posibles opciones que poseen las partes en un conflicto. En ella se reconoce como normal que se esté molesto/a, disgustado/a, resentido e indignado por los acontecimientos.

Resalta además, que aunque sea una barrera o se ve así, es dar a notar que no somos cosas que ni siente ni padece, somos personas y como tales somos seres emocionales las cuales pueden expresarse para permitir el desahogo. Muy normal entre personas.

Parecida a la segunda, la tercera parte de reconocer el origen de los sentimientos. Es reconocer que tanto yo como los demás podemos expresar los sentimientos y que se vea como algo humano de cada persona. En todo conflicto está presente.

Me llama la atención esta tercera parte, es la que hace constar y reconocer que poseemos sentimientos nuestros y que es una responsabilidad individual exponerlos, compartirlos y responsabilizarnos de los mismos. Si lloro y que.

Se resalta que poseemos 4 características para acoger un mensaje como negativo: el tomarlo de manera personal, interpretando acusaciones y críticas, echar la culpa a otro/a causado por la rabia y reconocer nuestros sentimientos con claridad.

Resalta en esa tercera parte, destaca que debemos quitarnos de esas ideas prefabricadas y de prejuicios para poseer una relación empática con los demás. Con lo que podríamos evitar como personas mediadoras, la de ofrecer consejos en vez de mediación neutral e imparcial.

Por último, el cuarto punto es el que señala en donde nosotros somos en primera línea un actor importante, en la que se resalta que nos gustaría que los demás consideren de nosotro/as para “mejorar nuestra vida”.

Se valora utilizar el lenguaje positivo, en donde las frases no comprendidas o confusas sean utilizadas a solicitudes de los demás, para que los demás puedan comprometerse a realizarlas. Mientras más transparentes nos mostramos a los demás y existen elementos que nos puedan ayudar a entendernos y al mismo tiempo, satisfacer las necesidades de las partes en conflictos.

Las emociones en los medios virtuales

Todos los aspectos hasta ahora descritos son adecuados para solucionar controversias en los medios virtuales en vista del covid-19 y las diversas medidas consideradas por los gobiernos y organismos internacionales.

Los procesos de mediación es natural que las partes y en ocasiones hasta las personas mediadoras expresen sus sentimientos y es natural que lo mismo acontezca; a pesar de que la persona mediadora nunca debe perder el control cuando tiene al frente a las partes en disputas.

Lo que debe trabajar la persona mediadora es reconocerle a las partes que las emociones son parte de las personas y que sus ocurrencias son normales en este tipo de proceso que por su naturaleza es confidencial y voluntario.

Por lo tanto, el tercero imparcial es en todo momento el que dirige el proceso y el que cede las palabras, los silencios y el buen humor en la mesa del diálogo democrático y participativo en la modalidad virtual.

 En donde tiene como recurso sólido en este tiempo de pandemia, la tecnología un elemento más que se agrega a la solución de los conflictos entre ellos y ellas. Por lo que resulta altamente eficaz para desde una plataforma digital facilitarles a las partes habilidades y herramientas vía la tecnología para satisfacer sus necesidades por esta vía.

Resaltado de este modo que ellos como personas con necesidades de comunicarse de manera eficaz, tienen un nuevo aliado: la tecnología vía la internet y sus correspondientes plataformas.

 En donde lo presencial y digital pueden convivir para solucionar conflictos requiriendo de las partes su colaboración y cooperación en donde ambos obtendrán ganancia de causa en un proceso gratis y efectivo.

Por lo que la comunicación no violenta bajo esta modalidad permite a las personas interactuar e intercambiar información requerida de un conflicto en donde la empatía, tranquilidad son muestra de su eficacia.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.