Cada amanecer solo puedo decir gracias Dios por tus detalles. Cuando leo en la Biblia sobre ese Maná de cielo que el Señor hizo caer sobre el pueblo de Israel durante cuarenta años en el desierto, pienso en su misericordia para los que esperan en El,  que no merma, pues cae sobre nosotros cada día.

Qué es el Maná?…es el alimento que Dios nos da cada día, son las oportunidades de poder movernos, ver, oír, oler y tactar, es la esperanza del caído o enfermo de que algo sucederá y se levantará, o la confianza de que sin importar el final, Dios tiene el control, es la fortaleza ante las dificultades, es el sentirnos acompañados y respaldados.

Es estar fortalecidos en medio de la tristeza cuando la persona que amamos se nos va al Trono de la Gracia, es conocer a Dios en una dimensión más profunda, es sentir gozo aún en medio de las lágrimas porque sabemos que El Señor es bueno en gran manera.

El Maná del cielo nos llega cuando nuestro corazón esta en paz, aún en medio de la tormenta, cuando vemos la naturaleza con agradecimiento, pues nos habla de la grandeza de Dios, cuando al comer damos gracias, no solo porque lo hemos podido adquirir, sinó porque hemos entendido que la fuente de ese alimento lo ha creado el Dios al que servimos, para todos.

El Maná del cielo nos llega cuando miramos con amor a nuestro prójimo, cuando oramos por el que sabemos que no nos ama, aún por el que desea nuestro mal, porque señores el maná del cielo nos llega traducido en transformación espiritual, amor ágape, sabiduría divina, temor reverente y servicio al que nos regala ese maná todos los días.

Pidamos a Dios que República Dominicana sea innundado de este Maná, que dejemos de ambicionar tanto porque el maná que viene de Dios es racionado cada día y da paz,  termino esta reflexión afirmando, que la mejor porción de ese maná nos llega cuando aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, decidiendo vivir la vida…a la manera de Dios.