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El maestro Luis Rivera, una de las figuras artísticas más emblemáticas de RD en el siglo pasado

  • Luis Rivera: Genialidad, Clasicismo y el Legado del Músico Dominicano del Siglo XX

*Por : Virgilio Lora Gómez

Luis Rivera, uno de los más brillantes músicos dominicanos del siglo XX, dominaba con maestría varios instrumentos y destacó como compositor y arreglista de reconocidas figuras del ámbito musical internacional.

Nació el 22 de junio de 1901, en San Fernando de Montecristi, e inició sus estudios musicales bajo la guía de su padre, José Luis Rivera, quien lo orientó en la ejecución del piano y el violín.

Durante su adolescencia formó parte de los violines del Centro Lírico Ildefonso Arté, en Santiago, integrándose en diversas agrupaciones que amenizaban las proyecciones de cine mudo en la época.

En 1930, Rivera se presentó con el Trío México Lindo, agrupación que cumplía un contrato artístico en el país. Poco después viajó a Cuba, donde formó parte de los primeros violines de la Filarmónica de La Habana, dirigida por su fundador, el maestro español Pedro San Juan.

En 1932 publicó su primer álbum de canciones y fue homenajeado por su talento como compositor y violinista. Su notable capacidad como orquestador le permitió realizar arreglos de obras de Ernesto Lecuona, las cuales alcanzaron gran reconocimiento en la historia de la música cubana.

Durante su estancia en México, compuso varias canciones —entre ellas “Jugando y llorando”— y estrenó la revista musical “Pa’ L’Habana me voy”.

De regreso a la República Dominicana, en 1942 fue nombrado director de la Banda de Música de la Policía Nacional en Santo Domingo y profesor de violín en el Liceo Municipal. Tres años más tarde, en 1945, asumió la dirección artística de La Voz del Yuna, en Bonao, donde dirigió la Súper Orquesta San José y fue profesor del Curso Superior de Solfeo y Armonía en el Conservatorio Nacional de Música.

Como compositor y arreglista, Luis Rivera dejó un extenso catálogo de obras que incluye danzas para piano, el Poema Indio para orquesta (con barítono y narrador), y la Rapsodia Dominicana No. 1 para piano y orquesta. Entre sus piezas más destacadas figuran “Sierra del Bahoruco”, “Danza en merengue”, “Fiesta de palos”, “Siñá Anacleta” y “Merengueando”.

El 4 de junio de 1948, conoció a la cantante y bailarina folklórica Casandra Damirón, de quien quedó profundamente enamorado. Casandra, quien ya tenía un hijo de su primer matrimonio, Andrés Moreta Damirón (Papito), se casó con el maestro Rivera y juntos tuvieron dos hijos: José Eliseo (Checheo) y Luisa Damirón Rivera, ambos muy queridos y respetados en la sociedad dominicana.

El maestro Luis Rivera fue, sin lugar a dudas, una de las figuras más notables de la música nacional. Su legado se distingue por la dulzura del estilo clásico, la genialidad de sus composiciones y la maestría de sus arreglos, que enriquecieron el repertorio de importantes artistas de América Latina.

Luis Rivera falleció en Santo Domingo, el 16 de septiembre de 1986, a los 85 años de edad.Este artículo fue publicado originalmente en El Día

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