He leído con interés que el presidente Danilo Medina sometió al Congreso Nacional un proyecto de ley que persigue crear el Instituto de Dominicanos en el Exterior (Index).

El objetivo es desarrollar programas, proyectos y acciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la diáspora dominicana e integrarlos en el desarrollo económico, político, social, cultural del país y sus comunidades de origen. La idea es fortalecer su calidad de vida, identidad nacional, el contacto con sus raíces, núcleo de afectos, que se sientan útiles en sus comunidades, protegidos por su patria ¡orgullosos de pertenecer a ella!

Será una dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores, pero con autonomía operativa, técnica y financiera. Su sede estará en Santo Domingo y establecerán oficinas en el exterior conforme a las necesidades. El director se designará por decreto presidencial.

¡Me encanta este proyecto! Hará menos necesarios los diputados de Ultramar. Los millones que invertimos en ellos podremos utilizarlos en estos programas. No es lo mismo tener un diputado viajando por el mundo, buscando elementos para justificar su misión, que tener un organismo, fortaleciendo las políticas públicas existentes, detectando las inquietudes, necesidades y aspectos comunes de la diáspora, dándole respuestas y motivando para tener las leyes necesarias.

No necesitamos diputados de Ultramar. Son siete. Abarcan Europa, EU, Canadá, America Latina, el Caribe. Aunque estén llenos de buenas intenciones, su misión itinerante es costosa y difícil de cumplir. Más bien complican y encarecen el sistema. Parecería que viven viajando, para ver qué consiguen llevar al Congreso. Les pagan millones en dólares o euros, por salarios, dietas, transportes, celulares, etc., que bien se pueden invertirse en organismo como el Instituto del Dominicano en el Exterior. Será su casa del diario vivir.

El Congreso debe evaluar, con objetividad, las ejecutorias de los diputados de Ultramar, para determinar si son necesarios o no. No es cuestión de proteger colegas, debemos pensar en la patria. Tenemos muchas deudas.

Sería de tremenda ayuda, eliminar los gastos innecesarios que implican estos diputados, dejando sin efecto la ley promulgada para esos fines. Sus deseos de ayudar los dominicanos en el exterior, pueden canalizarlos a través del Index.
El Congreso debe aprobar, lo más rápido posible, la creación de este instituto, que contribuirá a hacer más directo, accesible y eficiente, los servicios que les ofrecen a la diáspora.

Además, debido a las oficinas en diferentes naciones, ejecutará con mejor resultado, lo que se esperaba que hicieran los diputados de Ultramar: detectar las necesidades de los dominicanos en el exterior y contribuir a su solución, enviando proyectos de leyes al Congreso para que los protejan y resuelvan sus problemas comunes.