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El envejecimiento y su vinculación con la inflación

Por: Tomás D. Guzmán Hernández

Una mala experiencia vivida en los años 70 fue el proceso inflacionario crónicamente alto en los Estados Unidos. Esto se debió básicamente a un “exceso de demanda agregada impulsado por políticas monetarias y fiscales expansivas, choques de oferta como los shocks petroleros, y una creciente inercia inflacionaria” llamada “estanflación”, o sea bajo crecimiento con inflación y aumento del desempleo fue un resultado de políticas económicas inadecuadas.

En lo que respecta a las políticas monetarias y fiscales expansivas la guerra de Vietnam y el aumento del gasto público y la expansión del crédito aumentó la demanda agregada sin una oferta 10, que diera respuesta que derivó en inflación. Los precios del petróleo subieron drásticamente entre 1973 y 1979. Los trabajadores a su vez exigían salarios más altos para compensar la inflación lo que obligaba a las empresas a subir los precios de las mercancías originando un círculo vicioso.

Todo el mundo conoce que la generación de los baby boomers (nacidos después de la segunda guerra mundial entre 1946 y 1964) se caracterizó por un aumento significativo de la tasa de natalidad en muchos países entre los cuales nos encontramos nosotros. Nuestros abuelos parecen salidos de la frase “creced y multiplicaos” caso que no sucede hoy día.

A pesar de que la teoría económica dice que dos tendencias lentas no se conectan y que los baby boomers no deberían incidir en la inflación ya que este es un fenómeno monetario que se controla lo cierto es que existe un fuerte vínculo entre la tendencia inflacionaria y la estructura etaria de la población. Lo que se viene observando y estudiando en la actualidad es que cuanto mayor es la proporción de personas jóvenes y ancianas en la estructura de edades tanto más es la inflación.

Los baby boomers de RD aquellos que pasan de 60 años es decir nacidos hasta 1964 y hoy día al 2025 se han incrementado ya que el último censo realizado en 2022 lo sitúan en una escala que representa el 13.2% del total, con una mayor proporción de mujeres (13.9%) que de hombres (12.6%) si por simple multiplicación de la población total que arrojó 10,773,983 habitantes por 13.2 por ciento nos da 1,422,165,756 una cantidad considerable que ha ido envejeciendo producto de muchos factores.

Veamos ahora el dolor de cabeza social que representa el peso de la llamada Generación Z aquellos nacidos después del 1995 hasta el 2012 o sea la famosa franja de los NiNis (ni trabajan ni estudian) y que se dedican a trabajos de baja calificación, la prostitución, y muchas veces caen en las drogas producto de la pobreza, hogares deshechos, dura realidad que afecta a la sociedad en su conjunto.

Según el último Censo Nacional de Población y Vivienda celebrado en 2022 la franja poblacional de esa generación por segmento o sea hombres de 20 a 24 años 492, 254 y mujeres 475,431 para un total de 967, 685 jóvenes de esas edades que representan a su vez el 9.04 % suma del 4.60% y el 4.44% respectivamente) del total que somos o sea de los 10,773,983 habitantes.

Si unimos esta franja poblacional para entender mejor que pasa con la presión social ejercida por los NiNis parcialmente ya que son muchos los jóvenes que trabajan y estudian para engrandecer la patria que los vio nacer, me refiero al segmento de edad de entre 25 a 29 años. Entre hombres 469,383 (4.38%) y mujeres 457,144 (4.27%) para un total de 926,527.

Por simple suma aritmética del segmento de jóvenes comprendidos entre 20 a 29 años (967,685 de 20 a 24 y los 926,527 de 25 a 29 nos da 1,896,212 de un total de 10,773,983 representan el 17.60 % relativamente hablando.

Podemos deducir que si el relevo generacional de los jóvenes NiNis que no tienen empleos formales o chiriperos, o que no poseen empleo y no están cotizando con aportes a la seguridad social (ARS, AFP) y nos referimos a una parte importante de ese 18% de la población y lo sumamos al 13.2 % de los adultos mayores de 60 o más que ya no están en la actividad productiva produce un estancamiento social ya que el relevo del sistema no contribuye al sano desenvolvimiento del sistema

De ahí se colige, que el fenómeno de la inflación en una sociedad se produce por el desempleo de la fuerza laboral apta para trabajar la PEA (población económicamente activa) del que busca trabajo y no lo consigue afecta la economía en su conjunto se estima en un 40% según la ENHOGAR (Encuesta Nacional de Hogares Propósitos Múltiples de la ONE realizada entre mayo y julio de 2022

Si la inflación es un fenómeno monetario (una de las teorías argumenta eso) ¿por qué los bancos centrales no logran neutralizar la presión inflacionaria generada por los cambios en la edad de la población ¿existen dos explicaciones La experiencia indica que la presión política hace que el Banco Central solo atienda a la inflación de los grupos etarios dominantes. El pobre siente más la subida de los precios, muchos productos importados son “baratos” para el rico o de clase alta.

El patrón de una estructura inflación-edad afecta la tasa de interés real de equilibrio. No obstante, no está suficientemente claro como la estructura etaria de una economía incide en la inflación, pero la vinculación es fuerte y tiene consecuencias prácticas ya que las expectativas juegan un papel importante en la formación general de los precios y por ende en la inflación. Si no hay demanda no habrá oferta o sea el desempleo o subempleo provocan baja producción.

Muchas veces ocurre en sociedades como la nuestra, que dado que las pensiones y/o jubilaciones no alcanzan ni para medicinas los “baby boomers” tengan que unirse a la fuerza laboral a pesar de que sus fuerzas estén disminuidas.

Pertenezco a los boomers, y como tal tengo tres años tramitando mi pensión en la Presidencia. Aguardo la esperanza de obtenerla, después de canalizarla por la Dirección de Pensiones y Jubilaciones del Ministerio de Hacienda(comencé a laborar en 1986 en la Oficina Nacional de Estadística (ONE), por tanto, aplico en el sistema de reparto) con comunicación de la Contraloría, y de un oficio a la Consultoría, luego de 25 años al servicio de las diferentes instituciones del Estado,

El autor es economista.

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