Hugo López Morrobel
Tras los excelentes resultados que vienen cosechando atletas nacionales de diferentes disciplinas en eventos internacionales, muchas empresas que se mantuvieron alejadas por completo del quehacer deportivo se han dado cuenta de que esa actividad les genera grandes beneficios en lo económico y en especial en la imagen que proyectan en la sociedad en general.
Este es un paso que debieron dar desde hace tiempo, aunque como dice un refrán “nunca es tarde si la dicha es buena”.
Desde hace cierto tiempo muchos empresarios, comandados por Felipe Vicini, se agruparon para conformar lo que se conoce como el Creso, entidad que viene respaldando en todos los aspectos a nuestros atletas.
Luego, tras la llegada de Samuel Pereyra a la administración del banco de Reservas, esa entidad ha captado a muchos excelentes deportistas aficionados y profesionales.
Asimismo, el Banco Popular le siguió los pasos al contratar a Marileydi Paulino como “Embajadora” del mismo.
Ayer vimos cómo el banco Ademi se integró con la contratación del gimnasta Audry Nin.
Ojalá que este sea apenas el inicio de una integración total del empresariado nacional en pro de mejorar las condiciones de vida de nuestros atletas, que lamentablemente todavía tienen que pasar más crujías que un burro de carga para llegar a la cúspide.
