El caso Quirino Paulino

El caso Quirino Paulino

El caso Quirino Paulino

Roberto Lebrón

No tengo por qué creerle a un individuo con historial criminal como el Quirino Ernesto Paulino Castillo, alias “El Don”, quien admitió haber introducido 33 toneladas de cocaína a los Estados Unidos. Pero el prontuario de este señor no se limitó a llevar la letal sustancia narcótica a Norteamérica, sino que uso el territorio dominicano como trampolín para cumplir con infame propósito.

Este hombre -que una vez proclamó a toda garganta que “en este país yo no caigo preso”, no tiene calidad alguna para cuestionar la reputación de nadie, mucho menos la de quienes le echaron mano y la de quien luego ordenó su extradición. Hizo ese pronunciamiento al ser enterado por un oficial que traicionó a las FFAA y a la DNCD (Dirección Nacional de Control de Drogas) de que le estaban pisando los talones.

Sin embargo, como vivimos en un país donde ocurren cosas insólitas resulta que un sujeto que le hizo tanto daño a la sociedad dominicana es proclamado como todo un héroe y, en cambio, los otros son los villanos. Por eso –ratifico- no tengo por qué creerle a un sujeto como Quirino Paulino, jefe de una red que introdujo tanta cocaína a la República Dominicana, por sus propios medios y con complicidad.

Después de pasar años controlando la entrada de la droga que fluía al país por la costa sur y la frontera, sobre todo por Elías Piña, el señor Paulino Castillo se convirtió en  prisionero, en la antesala de la Navidad de 2004, lo que para él y los suyos fue, sin dudas, una terrible derrota. Viendo las cosas de ese lado, obviamente, este individuo podría tener razón, toda vez que su reino había terminado.

Lo lamentable del caso es que algunos acojan como verdaderas las versiones ofrecidas por Quirino Paulino, o mejor dicho el “Comandante Quirino”, como diría Don Alvaro Arvelo, sin poner en dudas siquiera una de estas cuando se refiere a personas especificas. Estamos llegando al extremo, queridos ciudadanos de este país, de que el autor del crimen será tenaz persecutor del agraviado.

Por lo pronto, y lo digo con la responsabilidad que me caracteriza, vamos a esperar cuales otras cosas surgirían en el futuro inmediato, quienes serán los nuevos actores que saldrán a escena. Estaremos esperando, por supuesto, que el “próspero empresario” de Elías Piña llame por teléfono nuevamente desde su guarida, creo que ubicada en Estados Unidos, para que siga mencionando gente.



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