El cáncer ginecológico es más común en mujeres mayores

El cáncer ginecológico es más común en mujeres mayores

El cáncer ginecológico es más común en  mujeres mayores

Detectar a tiempo un cáncer ginecológico sigue siendo un verdadero desafío para el personal médico.

Es por esto que el chequeo ginecológico de rutina sigue siendo la mejor oportunidad de alcanzar un diagnóstico temprano de lesiones premalignas y malignas para lograr un mejor tratamiento y posible cura de estos males.

Laura Olivares, ginecóloga de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), y Stephany Santana, residente de Ginecología y Cirugía Pélvica Avanzada, explican que algunos tipos de neoplasias se desarrollan sobre la base de una lesión premaligna, que no es más que una afección que tiene la capacidad de convertirse en cáncer.

Detallan que el cáncer ginecológico es aquel que se origina en los órganos reproductivos de la mujer, los cuales clasifican de la siguiente manera: cáncer de cuerpo del útero, de cérvix uterino, de ovario, de trompas uterinas, de vagina y de vulva.

Desarrollo silencioso
Por otro lado, hay cánceres que se desarrollan silenciosamente y solo cuando se encuentran en etapas avanzadas producen síntomas que obligan a la mujer a buscar ayuda médica.

Ambas doctoras sostienen que las lesiones precancerosas son tejidos anormales que a menudo preceden al desarrollo de carcinoma invasivo, que podría ser un factor de riesgo, un verdadero precursor o un componente “in situ” del carcinoma.

Sobre el cáncer de ovario, especifican que, a diferencia de los cánceres que se originan en el endometrio, el cuello uterino, el colon o los senos, donde se pueden estudiar los eventos tempranos de carcinogénesis porque sus lesiones precursoras están bien establecidas, este no es de este tipo de cáncer.

A continuación se describen algunos detalles según el lugar de la lesión.

Cáncer de ovario
Este tipo de cáncer no es frecuente. Suelen diagnosticarse en etapas avanzadas dado que los síntomas no son muy específicos, no existen lesiones premalignas ni un método de cribado que alerte sobre esta entidad.

El chequeo anual en la consulta ginecológica puede ayudar a una detección precoz, especialmente si la paciente refiere molestias gástricas que no mejoran, sensación de saciedad o fatiga.

Cuerpo uterino
A nivel mundial en el 2018 se registraron 382,069 de casos de cáncer del cuerpo uterino.

Este tipo de tumor puede afectar la capa muscular de la matriz, conocidos como sarcomas. Puede afectar el epitelio de revestimiento interno, desarrollándose cáncer de endometrio.

Olivares y Santana dicen que es pertinente que las mujeres acudan a su consulta ginecológica de manera anual.

Los sarcomas no tienen lesiones premalignas que puedan alertar sobre el desarrollo del mismo, pero el examen físico ginecológico y estudios de imagen pueden orientar al ginecólogo de un crecimiento uterino anormal en un período de tiempo corto o una paciente posmenopáusica con miomas que crecen de manera exagerada, podría hacer sospechar de esta entidad.

Cáncer de endometrio
Sobre el cáncer de endometrio, explican que se han descrito lesiones premalignas conocidas como neoplasia intraepitelial endometrial que incluyen la hiperplasia simple o compleja con atipia, el riesgo de padecer esta neoplasia, aumenta con el diagnóstico de estas dos entidades.

Cáncer de Cérvix
Según el Observatorio Global de Cáncer, en 2018, se registraron 569,847 casos de cáncer de cuello uterino.

Los métodos de cribado han conseguido reducir la incidencia y mortalidad por este tipo de cáncer. Sin embargo, según datos del Instituto Nacional del Cáncer, continúa siendo la segunda causa de cáncer en las mujeres dominicanas a pesar de la indicación de realizar citología frecuentemente.

“Desde hace más de 50 años, la prueba de Papanicolaou o citología cervical, se ha utilizado en todo el mundo para identificar lesiones precancerosas para su tratamiento o seguimiento.

El uso rutinario de las pruebas de detección con esta prueba en el mundo contribuyó a una reducción de entre el 70 % y el 80 % de la incidencia”.

El Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras recomienda iniciar el cribado con papanicolau a partir de los 21 años de edad hasta los 65 si no existe antecedente de cáncer de cérvix o si los resultados anteriores correspondientes a 10 años previos no tuvieron alteraciones.

Seguimiento
Si posterior a la toma de muestra de la citología cervical, resulta en una lesión intraepitelial de bajo grado (LSIL) o de alto grado (HSIL), confirmada por una biopsia por colposcopia, son lesiones premalignas a las cuales se les debe dar seguimiento estrecho.

El cáncer de vagina es muy infrecuente

El cáncer de vagina es una neoplasia muy infrecuente, representa el 1-2 por ciento de las neoplasias ginecológica.
La neoplasia vaginal intraepitelial (VaIN) se considera la lesión precursora del cáncer de vagina.

La VaIN es una entidad infrecuente y asintomática que fácilmente puede pasar desapercibida en la exploración del tracto genital inferior.

La infección del Virus de Papiloma Humano (VPH) está implicada causalmente hasta en el 90 por ciento de los casos de este tipo de cáncer.