El busto como expresión cultural

El busto como expresión cultural

El busto como expresión cultural

Usado por las antiguas civilizaciones de diversas formas y maneras, el busto sigue siendo en nuestros días, una de las más usadas expresiones culturales.

Cabeza, hombro y pecho (de allí se origina su nombre) parecería una obra incompleta, pero es en sí la “obra”.

En nuestro país se utilizó siempre, en orígenes de la República, para enaltecer a figuras que pretendían exaltar sus egos y megalomanías.

Era obvio, pues así se acostumbraba en las grandes potencias desde donde heredamos nuestra cultura y esencia. Caudillos, dictadores, gobernantes hasta las iglesias, se vieron seducidos por inmortalizarse a sí mismos o a sus líderes.

Al paso de los años, las sociedades como la nuestra, fueron tergiversando la verdadera razón de la escultura, pues se hizo uso y abuso de la misma, llegando a asociarse de manera casi indivisible, como un culto a la personalidad de tiranos o autócratas. Pero no hay mejor manera de recordar a nuestros héroes o ciudadanos muy distinguidos que erigiendo un busto para que las generaciones futuras no los olviden.

En nuestra ciudad de Santo Domingo, podemos ver esparcidos por doquier una buena cantidad de estas expresiones culturales. Hoy nos referiremos exclusivamente a nuestro malecón conocido como George Washington. Pocos han de saber que esta impresionante avenida se extiende desde la avenida Abraham Lincoln hacia el este.

En la plaza donde se inicia, está la imagen egregia del Padre de la Patria de los Estados Unidos de América, George Washington, que si bien no es un busto por razones obvias (pues la avenida lleva su nombre), es una imagen que flanquea toda la expresión artística que cubre el malecón de la capital.

Al lado en una mini plaza contigua, se evidencia el busto del Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, ex presidente del Perú, quien a través de nuestro inmenso Gregorio Luperón manifestó su solidaridad entre su país y nuestra incipiente república.

El busto de Juan Pablo Duarte engalana el jardín interior de la sede del Banco Agrícola.
Ya más al este, se encuentra la Plaza Miguel de Cervantes, en donde, próximo a su esquina oeste, emerge un busto dedicado al coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, señalando el lugar desde donde marchó hacia la toma del Palacio Nacional en el año 1965, misión en la que cayó mortalmente herido y falleció por sus ideales.

En la misma plaza, más al centro, surge la imagen en forma de busto del más famoso hombre de letras de la literatura universal, Miguel de Cervantes Saavedra, al cruzar y encabezando la calle Palo Hincado se advierte la imagen del coronel Juan María Lora Fernández, mártir de abril del 1965.

A pocos pasos, siempre en sentido este, en donde se cruzan las calles José Gabriel García y Espaillat y al final de nuestro recorrido, nos sorprende una imagen del Rey del Tango, Carlos Gardel, cuya plaza lleva su nombre. Homenaje del pueblo dominicano en el centenario de su nacimiento. Las expresiones culturales son siempre acciones que enaltecen a los pueblos y por supuesto a sus autoridades, es una misión de los gobiernos locales seguir fomentándolas.

*Por Víctor Féliz Solano