Bloomberg News.-El Banco Central Europeo anunció una serie de medidas destinadas a combatir la baja inflación, desde una rebaja del piso de las tasas de interés hasta una expansión de su programa de compra de bonos de por lo menos 360,000 millones de euros (US$390,000 millones).
El BCE, que tiene sede en Fráncfort, extenderá seis meses la flexibilización cuantitativa (QE, por la sigla en inglés), hasta por lo menos marzo de 2017, al ritmo actual de 60,000 millones de euros por mes, y ampliará los activos a comprar, que comprenderán deuda municipal y regional, dijo ayer el presidente del BCE, Mario Draghi.
El Consejo Gobernante redujo antes 10 puntos básicos su tasa de depósito, a menos 0,3 por ciento.
El nuevo estímulo coincide con un cambio en la política monetaria global. El BCE aumenta su estímulo en momentos en que la Reserva Federal de los Estados Unidos se prepara para comenzar con su proceso de normalización. Igualmente, los mercados financieros reaccionaron con escepticismo, lo que hizo subir el euro 2,6 por ciento y llevó a una declinación de las acciones y los bonos gubernamentales.
La recuperación de la zona del euro, que integran 19 países, no ha sido lo suficientemente rápida como para devolver la inflación a lo que el BCE define como estabilidad de los precios, o aumentos anuales por debajo de -pero cercanos a- 2 por ciento. El ritmo se mantuvo en 0,1 por ciento en noviembre y la inflación subyacente, que excluye el efecto de las oscilaciones de los precios de la energía y los alimentos, declinó de 1,1 a 0,9 por ciento.
El BCE ha sostenido que incrementos de precios demasiado bajos hacen que se corra el riesgo de que la economía caiga en una deflación.