Pan con aguacate. Licuados de Kale (o col rizada). Smothies de bayas de Goji. Platos de quinoa.
Si los alimentos fueran celebridades, estos serían algunos de los que han recibido tratamiento de «alfombra roja» en los últimos años.
Pero, ¿por qué algunas frutas y vegetales se convierten en los favoritos de la industria, productos altamente deseados con la capacidad de generar ganancias y moldear los hábitos alimenticios de miles de personas?
¿Por qué el kale y el aguacate, por ejemplo, han tenido un despegue abrupto en popularidad y disfrutan de toda la atención mientras que la pobre zanahoria o el nabo están en la lista de los menos deseados?
La respuesta a esto es… algo compleja.
Cómo los aguacates conquistaron el mundo
Empecemos con el aguacate -el favorito de los millenials, que suele encontrarse últimamente sobre pan tostado por precios inflados-. Tan famoso se ha vuelto este alimento y tan grande ha sido su atractivo que es difícil encontrar alguna compañía que no esté tratando de sacar provecho del poder estelar de esta fruta.
Un ejemplo de esto es la empresa británica Virgin Trains, que empezó una campaña de mercadotecnia el año pasado llamada «#Avocard». Después de que agotaron sus nuevas tarjetas de tren decidieron darle a sus clientes de entre 26 y 30 años un descuento en su boleto de tren si llegaban a la estación con un aguacate.
Aunque la respuesta de los millenials fue polarizada, ya que algunos encontraron la promoción algo paternalista, no se puede negar que esta generación ha hecho evidente su amor por el aguacate a través de imágenes de platillos bastante atractivos en redes sociales.
Su consumo no es nuevo, los humanos los han comido durante miles de años. Pero los jóvenes en sus 20 y 30 años pusieron la demanda de este alimento por los cielos.
De acuerdo con información del Centro de Comercio Internacional, las importaciones de aguacate alcanzaron los US$4,82 millones en 2016, con unincremento de 21% en las importaciones entre 2012 y 2016.
Un cirujano plástico de Londres dijo en 2017 que había tratado a tantos pacientes que se cortaron abriendo la fruta que su equipo empezó a referirse a la herida como «mano de aguacate«.
Por otro lado, algunos han llamado a la costosa tostada con aguacate, en ciudades como Londres, una frivolidad y la razón por la que los millenials no pueden comprar casa propia.
Atractivo por lo «exótico»
Existen muchos factores que fomentan la preferencia hacia un alimento entre los consumidores: imágenes de un plato con una apariencia bonita en Instagram, por ejemplo, o anuncios financiados por organizaciones que respaldan ciertas economías alimentarias.
Las historias largas y elaboradas también hacen atractivos ciertos alimentos, en especial en países alejados del origen de la comida. Jessica Loyer, investigadora de valores alimentarios en la Universidad de Adelaide, en el sur de Australia, señala ejemplos como los «superfoods» (súper alimentos) bayas de acai y semillas de chia.
«Puede que muchos de estos alimentos tengan un historial de ser consumidos (en el mundo desarrollado)», dijo Loyer. «En general, para las personas que he conocido, la experiencia ha sido positiva».
Un ejemplo, dijo ella, es la raíz de maca de Perú, la cual se tritura para crear un suplemento en polvo que se conoce por sus altas cantidades de vitaminas, minerales, propiedades que aumentan la fertilidad y la energía.
De acuerdo con Loyer, una comunidad en el centro de los Andes «adora» tanto a la nudosa raíz, que la tienen representada en una estatua de cinco metros de altura en la plaza del pueblo.
Sin embargo, ella también alerta sobre los problemas que pueden surgir cuando un alimento se vuelve extremadamente popular, en especial si es de un país en desarrollo y la tendencia surge en naciones desarrolladas.
«Tiene cosas buenas y malas», comentó ella. «Claro, los beneficios (económicos) no se distribuyen de manera uniforme, pero generan trabajo. Y por supuesto, eso significa también que hay oportunidades de explotación en esas regiones, y explotación de los derechos sobre las tierras de personas marginadas… (y) esto definitivamente tiene consecuencias para la biodiversidad».
Xavier Equihua es el director ejecutivo de la Organización Mundial de Aguacate, con sede en Washington, DC. Su objetivo era impulsar el consumo de aguacates en Europa.
Dice que un alimento como el aguacate es fácil de vender: es delicioso y nutritivo, después de todo, y un sustituto alimenticio ideal para vegetarianos y veganos. Las fotos de celebridades en redes sociales también ayudan a facilitar su venta.
La gente en China, por ejemplo, donde los aguacates también están ganando popularidad, puede ver a «Kim Kardashian en su cuenta de Instagram, poniéndose una mascarilla de aguacate en el cabello. O que Miley Cyrus se tatuó un aguacate en su brazo».
Y por qué el kale es el rey de las verduras
Si el aguacate es una fruta célebre, entonces su equivalente vegetal debe ser el kale.
Con sus hojas verde oscuro, la col rizada se considera un alimento básico para adultos sanos, responsables y conscientes alrededor del mundo, ya sea que se use en una ensalada o mezclada en un batido antioxidante.
La cantidad de granjas de col rizada se duplicó en Estados Unidos entre 2007 y 2012. Y Beyoncé usó una sudadera con la palabra «KALE» estampada en un video musical de 2015.
¿Cómo fue que se volvió popular la col rizada?
Robert Muller-Moore, fabricante de camisetas con sede en Vermont, dijo que vio la tendencia venir desde un inicio y ha vendido camisetas de «eat more kale» (come más kale) alrededor del mundo durante los últimos 15 años.
El estima haber regalado más de 100.000 calcomanías para carro citando los beneficios de la col rizada.
Muller-Moore incluso se vio involucrado en una disputa legal de tres años con la cadena de pollo frito Chick-fil-A, cuyo eslogan de «come más pollo» por sonar parecido.
«Conseguí mucha atención para el kale», dijo.
Una pizca de sentido común
Al igual que el aguacate, la col rizada tiene beneficios reales para la salud, por lo que su estatus de celebridad no debe reducirse a los titulares o promociones de personas famosas.
Sin embargo es importante mantener un cierto grado de escepticismo y ser conscientes de que ningún alimento es un remedio mágico para una salud perfecta, independientemente de qué tan famoso o nutritivo sea.
Los expertos señalan que una dieta con variedad de frutas y verduras es más rica en nutrientes que limitarse a comer el mismo tipo de comida constantemente, por lo que mezclar y combinar lechuga, espinaca y berro puede ser mucho más saludable que solo comer col rizada.
Desafortunadamente, es probable que sea más fácil poner un vegetal en un pedestal en lugar de hacer todo un grupo alimenticio más atractivo.
Ese es el reto al que se ha enfrentado Anna Taylor, quien trabaja en el instituto de investigación británico The Food Foundation.
Recientemente ella ayudó a crear Veg Power, una campaña publicitaria de televisión y cine que suena como un tráiler de una película de superhéroes que intenta que los niños cambien la forma en la que piensan sobre las verduras. «Durante años, los adultos han mantenido a raya la invasión de verduras», narraba una voz profunda.
Taylor dijo que el presupuesto era de US$3,95 millones, en su mayoría donaciones de supermercados y compañías de medios. Pero es una suma minúscula en comparación con otras cifras de la industria alimentaria.
«Eso se compara con más de US$159 millones en confitería, US$97 millones en bebidas azucaradas, US$147 millones en bocadillos dulces y salados», dijo ella. «Así que la publicidad para frutas y verduras es un 2,5% del total».
Esto se deben en gran parte a que las verduras y vegetales no son en sí una marca que se pueda promocionar de la misma forma en que sí lo son los alimentos procesados. Y sin una marca, los mercadólogos están menos dispuestos a unirse al esfuerzo.
Para lograr obtener esos números para el gasto de publicidad de frutas y vegetales debe haber un esfuerzo establecido entre gobiernos, agricultores y empresas de publicidad, supermercados, y muchos otros.
Así que cuando surgen cosas como el kale o el aguacate, se trata de un producto específico, en lugar de abogar por las frutas y vegetales en general.
Cuando un alimento adquiere popularidad abrupta, de acuerdo con Taylor, las consecuencias no siempre son buenas.
«Normalmente lo que sucede con esas campañas es que terminan desplazando a otros vegetales en la misma categoría. Esto lo podemos ver en el Reino Unido donde ha habido un gran crecimiento en la industria de las bayas, que ha tenido un éxito notable, pero le ha quitado mercado a las manzanas y los plátanos», dijo ella.
Sin importar qué tan estelar o popular sea un alimento en particular, recuerda que tu alimentación no debe consistir en una sola comida.
Taylor nos recuerda que si alguien te llega a decir que «el kale es lo único que va a hacer x, y, z por ti», eso es evidentemente absurdo.