WASHINGTON Trabajando a contrarreloj, los negociadores de la Casa Blanca y legisladores republicanos redujeron sus diferencias el lunes en las discusiones para evitar que suban los impuestos y se recorte el gasto público, una combinación que ha sido denominada «precipicio fiscal».
Funcionarios del Congreso familiarizados con las negociaciones entre el vicepresidente Joe Biden y el líder republicano en el Senado Mitch McConnell dijeron que un punto importante pendiente es si posponen los recortes al gasto que están programados para comenzar el 1 de enero.
Los republicanos quieren reemplazar la reducción generalizada con recortes enfocados en otras partes del presupuesto, pero la Casa Blanca y los demócratas se resisten.
Al mismo tiempo, demócratas informaron que ambas partes están llegando a un acuerdo sobre los impuestos. Los demócratas han ofrecido extender los actuales recortes de impuestos para las familias que ganen hasta 450.000 dólares al año y para individuos que ganen hasta 400.000. El presidente Barack Obama quería originalmente que los recortes se extendieran sólo para las familias que ganaran menos de 250.000 dólares anuales y los individuos con ingresos menores a 200.000.
Cualquier acuerdo general también es probable que incluya una cláusula que evite un aumento de la leche el próximo año, extienda el subsidio a los que llevan meses desempleados y evite que se recorten en 27% los honorarios de los médicos que atienden a pacientes del programa gubernamental de asistencia médica para los ancianos Medicare.
A menos que se llegue a un acuerdo y lo apruebe el Congreso para el inicio del 2013, entrarán en vigor incrementos de impuestos por más de 500.000 millones de dólares, y se recortarán gastos en diversos programas federales por 109.000 millones.
Las personas familiarizadas con las negociaciones hablaron con la condición de guardar el anonimato a fin de poder discutir negociaciones internas.