Dos pueblos unidos por la geografía y la historia
En la historiografía dominicana abundan las concepciones antihaitianas, racistas e hispanófilas.
El estudio de la historia de la isla Hispaniola, integrada por Haití y Republica Dominicana, debe estar exento de estos criterios subjetivos, que en nada benefician la correcta interpretación de los acontecimientos históricos y sobre todo el espíritu de buena vecindad que debe existir entre ambas naciones.
La realidad histórica es, que a partir de las Devastaciones de Osorio en 1605, se crearon las condiciones para que la isla fuera dividida en dos; partiendo de los intereses coloniales de las potencias imperiales de la época, Francia y España.
La Revolución Francesa de 1789 afirmó en la parte occidental de la isla, la marea libertaria surgida de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que fue una de las principales conquistas de esa Revolución, conjuntamente con la abolición del régimen monárquico y la creación de la República Francesa.
Los efectos de la Revolución Francesa en Saint Domingue no se dejaron esperar y en 1793 fue abolida la esclavitud en la parte occidental de la isla.
Este fue un acontecimiento de gran trascendencia histórica, pues permitió por primera vez en la historia del continente y quizás del planeta, que negros acabados de salir de la esclavitud asumieran el poder político de una colonia europea. De este modo, Toussaint Louverture, un ex esclavo, fue nombrado General de Brigada por la Convención Nacional en 1795, años más tarde Teniente Gobernador de la colonia y luego General en Jefe de las Fuerzas Armadas de Saint Domingue; ostentando rangos en representación de una potencia europea que ninguna persona que no fuera de raza blanca había logrado alcanzar hasta esa fecha, es decir, en el último lustro del siglo XVIII.
Los acontecimientos en Saint Domingue repercutieron en la parte española, donde los deseos libertarios de los esclavos de Santo Domingo Español se manifestaron en la Rebelión de esclavos en Boca de Nigua en el año 1796, que dejó sentadas para siempre las bases para la defensa de los derechos humanos del negro en Santo Domingo.
Toussaint Louverture penetro a la colonia española de Santo Domingo en 1801, basado en lo acordado en el Tratado de Basilea de 1795, mediante el cual España cedió a Francia la parte oriental de la isla; para abolir la esclavitud y traer los cambios garantizados por la Revolución Francesa a la parte española.
Las viejas autoridades españolas y los hispanófilos resistieron infructuosamente la incursión de Toussaint, mientras que el pueblo, constituido principalmente por esclavos y mulatos, la veían con ansias de libertad.
El 26 de enero de 1801 Toussaint Louverture declaro abolida la esclavitud en la parte española de la isla, la cual fue ratificada por la Constitución Política de la Colonia promulgada en Santo Domingo el día 27 de agosto de 1801. Este acontecimiento histórico se constituyo en un desagravio a la sangrienta represión que en contra de los sublevados en Boca de Nigua, cinco años atrás, había llevado a cabo el humillado gobernador esclavista español Joaquín García.
**El autor es secretario general de la Asociación Americana de Juristas (AAJ) y miembro de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
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