LONDRES.-Del mismo pueblo, pero con resultados distintos en Londres. Carlos Jorge es oriundo de la provincia de Monte Plata, en el noroeste de República Dominicana, la misma que vio nacer a Luguelín Santos, el juvenil velocista que atrapó el lunes la medalla de plata en los 400 metros planos.
Esa presea se cristalizó después de la hazaña del veterano Félix Sánchez, quien atrapó contra los pronósticos su segundo oro olímpico en los 400 con vallas.
Motivado por esa pletórica jornada vivida por su país, Jorge salió a la pista el martes para su preliminar en los 200 metros libres. Sin embargo, el dominicano quedó eliminado, al terminar sexto en su serie con tiempo de 21.02 en una serie en la que dijo que arrancó muy lento y nunca logró reponerse.
Jorge es ocho años mayor que Santos, de 18. Pero ambos nacieron en el municipio de Bayaguana, a una hora de Santo Domingo, según Jorge.
Es una localidad donde la principal actividad productiva es la agrícola. Allí el atletismo se practicaba en un campo de béisbol el deporte rey en Dominicana pero en 2006 se construyó en el lugar una pista para la celebración de los Juegos Nacionales, contó Jorge.
«Nos entrenábamos juntos», aseguró. «¿Quién iba a creer que ese muchacho que vi entrenar iba a alcanzar medalla tan temprano?».
Jorge no ha perdido todas sus esperanzas tras la eliminación, ya que espera formar parte del relevo dominicano 4×400 metros, cuya final se disputa el viernes. Entre esos cuatro estarían Sánchez y Santos.
«Eso depende del cuerpo técnico», dijo. «Somos favoritos para llegar a la final del 4×400». Por lo pronto, Jorge anda con el pecho inflado por la hazaña de sus compatriotas el lunes.
«Nos sentimos orgullosos de lo que pasó ayer», manifestó. ¿Cómo fue esa celebración en la villa olímpica tras el oro y la plata del lunes? «Celebramos, pero con calma», respondió.
«Todavía tenemos compromisos». Dijo que rescata de su participación el martes el hecho de que «son mis primeros Juegos Olímpicos, y el haber representado a una provincia pequeña, que tiene aquí a Santos y a mí».
