¿Doce años? ¿Tantos?
Para no politizar el tema y para que nadie pueda decir que estoy parcializado con éste o aquel candidato presidencial, voy a narrar lo siguiente mencionando el pecado, pero no al pecador.
Conversábamos sobre diversos problemas nacionales y cómo hacerles frente. Caímos en el tema de la ética y la moral social.
Coincidimos en que el país está sumido en una gran crisis de valores a la cual no se le está prestando la atención necesaria por parte del Gobierno ni de la población.
– Sea quien sea el que gane la Presidencia -dijo mi interlocutor- tendrá que poner en marcha un plan para rescatar los valores éticos que deben regir la conducta social dominicana.
– ¿Y cuánto tiempo se requerirá para eso? -pregunté.
– Doce o quince años, para comenzar -respondió.
– ¿Tantos? -fue mi reacción. A lo que él me explicó:
– Desde que Colón llegó aquí hasta ahora han transcurrido más de 500 años y no se ha hecho nada en ese sentido.
Si comparamos esos cinco siglos con los doce años que yo estimo necesarios para el rescate, habrá que admitir que no estoy exagerando. Desde el punto de vista de la Historia, doce años no son nada.
La moraleja es que la educación del pueblo en materia de civismo, moral y ética, no es cuestión de días, sino de años.
Y tampoco es asunto de quién gobierne, ni por cuántos períodos constitucionales lo haga.
Lo único verdadero es que hay que comenzar cuanto antes para que podamos terminar a tiempo.
La descomposición social dominicana es cada vez más grave y casi llega a los límites de lo irremediable. Es responsabilidad de todos, desde la cuna hasta la tumba, pasando por el hogar, la escuela y la vida.
Enrolémonos en esta cruzada, sin colores políticos. la única otra alternativa es renunciar a toda esperanza.
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